- Decía usted meses atrás, a propósito del concierto de Maná en la capital grancanaria, que había que apostar porque las Islas y su público tuvieran la posibilidad ser destinos de artistas internacionales, caso de Bruce Springsteen. ¿Confiaba en que fructificara esta contratación tras las negociaciones abiertas hace tres años?

- Es un sueño que tardó poco en cumplirse, y la gran sorpresa es que el artista haya respetado la palabra dada hace tres años. Esto también nos aumenta la estima como empresa. Cuando nos dijeron en aquella ocasión que lamentaban mucho que el artista cancelaba la gira y que se acordarían de nosotros en la próxima visita a Europa, el que efectivamente se hayan acordado, representa que también era un desafío para el artista. Supongo que estará al tanto de todo lo relativo a Canarias, y no sé si vendrá a hacer surf, que es uno de los deportes favoritos del Boss, y lo digo de cosecha propia.

- El artista ya incluye a Canarias en su web en un destacado, además de las fechas de la gira internacional.

- Si, y estoy muy satisfecho, y máxime cuando además de incluirnos en la gira, haya hecho un anuncio destacado en el que se congratula de la definitiva confirmación y puesta a la venta, sitúa a la ciudad y a la isla en una plataforma que frecuentan millones de personas.

- LM Producciones tiene por delante un tour de force en mayo con el concierto de Springsteen en Gran Canaria y el festival Rock Coast, en Santa Cruz de Tenerife. ¿Es el salto que venía buscando?

- Hay un antes y un después desde que se confirmó el concierto de Springsteen, algo de lo que nunca dudamos, pero tengo que reconocer que nada será igual. Sobre todo con los espectaculares datos de la venta de entradas, que si seguimos a este ritmo cabe pensar que se podrán agotar en pocos días. Y también será un antes y un después para Canarias, y para Las Palmas de Gran Canaria. Desde hace cuatro o cinco años trabajamos como una empresa regional y aunque tengamos sede en Tenerife trabajamos en cada isla con las mismas condiciones de cara al público. Es un hecho al que nunca voy a renunciar, somos pequeños con el sello canario. La apuesta que tenemos es muy fuerte, y el proyecto del Rock Coast triplica el esfuerzo humano, técnico y artístico de Springsteen. El concierto del Boss surgió cuando estábamos con esto, y teníamos claro que si se producía era en Las Palmas de Gran Canaria porque tiene que haber un equilibrio en lo que hacemos. Y así pensamos seguir y nos olvidamos de otros artistas porque trabajar por ejemplo con Serrat y Sabina, como haremos en octubre con La orquesta del Titanic es igualmente un lujo, son palabras mayores. Han venido por separado, con Dos pájaros de un tiro, y volvemos con ellos en fechas ya bastante alejadas. Igual vamos al Estadio o en otro sitio, pero hay tiempo por delante.

- ¿Las instituciones apoyan el concierto más allá de la foto que se hizo en Fitur con representes del Gobierno canario, Cabildo y Ayuntamiento?

- El lunes próximo está previsto celebrar una rueda de prensa con la presencia, supongo, del alcalde, el presidente del Cabildo y la consejera de Cultura. No tenemos acuerdo económico cerrado, tampoco lo hemos puesto como prioridad. Se nos ha manifestado la intención de echar una mano por parte de las tres instituciones. Nunca nos hemos movido en terrenos de ayudas vergonzosas o sonrojantes. Confiamos en llegar a una cantidad que nos compense el riesgo y los precios que hemos puesto. A ver si tenemos respaldo, que no sería una ayuda sino una compensación a la campaña de publicidad más importante hecha en Canarias. Si no tuviéramos ayudas poco podríamos hacer, no se pueden producir conciertos a descubierto porque hay un incremento de costes que no se puede trasladar al precio de las entradas, que podrían rondar al menos sobre los 100 euros. Espero que en los próximos días tengamos respuesta y que se entienda que no es un gasto caprichoso. Debe haber una correspondencia entre nuestro esfuerzo y lo que recibimos. El impacto de un concierto como el de Bruce Springsteen va más allá del espectáculo, habrá un traslado masivo de público entre islas, transportes internos, alojamientos, restauración, sectores que nada tienen que ver con nosotros y también se benefician.

- ¿Estamos ante una producción que supera los dos millones de euros?

- Traer a Bruce Springsteen cuesta dos millones y medio de euros, que no es ni mucho menos lo que cobra el artista por las más de dos horas de concierto que seguramente hará. Hay que tener en cuenta que traemos mucho material desde la Península por barco y por avión, y eso tiene sus costes. Por ejemplo fletar la carga que traeremos en avión cuesta unos 250.000 euros.