El historiador del arte y la cultura eclesiales de Canarias, Julio Sánchez Rodríguez, destacó el papel relevante que tiene el arte en la obra Templo militante de Cairasco de Figueroa durante su ingreso el pasado 30 de enero en la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel, para la que fue elegido hace pocos meses.

Asistieron a la solemne sesión pública, en la sede tinerfeña de la institución, el presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro Cordobez, una nutrida representación académica y numeroso público.

Tras la apertura a cargo de la presidenta, Rosario Álvarez Martínez, leyó el secretario el acta de elección y pasó el recipiendario a pronunciar su discurso de ingreso, Las Bellas Artes en la obra de Bartolomé Cairasco de Figueroa. Máximo especialista en la figura y obra del gran humanista nacido en 1538 en Las Palmas de Gran Canaria, el nuevo académico acaba de publicar una espléndida edición crítica en tres volúmenes del Templo Militante, obra cumbre de Cairasco que desarrolla en 9.629 octavas reales (77.023 versos) una gigantesca epopeya del cristianismo y la cultura del mundo, entre cuyos contenidos ocupan lugar preferente la arquitectura, la escultura, la pintura y la música.

Julio Sánchez se detuvo en las partes de la obra dedicadas sucesivamente a estas artes, recitando los versos más representativos. En arquitectura fueron los referidos al monasterio de San Lorenzo del Escorial, Poesía muda llama Cairasco a la escultura y la pintura: Naturaleza humana/acá en la tierra tiene/dos damas que la sirven y la imitan,/cuya arte soberana las almas entretiene/que con amor las tratan y visitan,/hablan callando y gritan/y son poesía muda:/es una la pintura/y es otra la escultura.

Especialmente volcado en la música, que practicaba y tenía por el arte más sublime, el sabio clérigo del XVI alegoriza en ella el diálogo entre Dios y el hombre: La música es concordia de voces diferentes/y el alma es su lugar y propio objeto, que no/hay cosas en el suelo que así les manifieste/las del cielo. Espigando citas de la totalidad de los capítulos y destacando menciones del Quijote y del Papa Pablo VI, Julio Sánchez concluyó entre calurosos aplausos su magnífica conferencia.

En nombre de la Real Academia, el secretario Gerardo Fuentes Pérez pronunció la laudatio del nuevo miembro, otro discurso extraordinario por erudición y conocimiento de los diecinueve volúmenes históricos hasta ahora publicados por él. El celebrado laudista, vihuelista y tiorbista grancanario Carlos Oramas, a solo o acompañado por la soprano Nisamar Díaz, dio colofón al acto con un programa de Narváez, Mudarra, Mylán y Juan Vázquez, compositores españoles del siglo XVI.