Tres días de laborioso trabajo llevan realizando los técnicos del Imperial Ice Stars para montar La bella durmiente sobre hielo, que se representa esta semana en el teatro Cuyás y cuya primera función será hoy a las 20.30 horas.

Si la obra de por sí ya es espectacular, no lo es menos la infraestructura para ponerla en funcionamiento. Así, el pasado lunes por la mañana, los operarios se centraron en el acondicionamiento, en preparar la superficie escénica de madera resistente al agua para los bordes. Por la tarde, tres tráileres transportaron todo el material referente a luces, escenografía y hielo, para luego, por la noche, una grúa introducir las máquinas responsables de bajar la temperatura de las más de cinco toneladas de agua del montaje.

Durante el día de ayer, el trabajo se centró en colocar la piscina en la que se ubicó todo el sistema de hidrotuberías realizando pruebas con el glicol y donde los dos ingenieros del sistema de frío prepararon el chequeo del sistema. Seguidamente, se conectaron las máquinas para detraer presiones sobre los compresores y reparar posibles fugas.

Tras terminar de perimetrar el montaje, los técnicos encendieron el servicio en la pista, a 12 grados bajo cero, y depositaron todo el hielo. Seguidamente, se empezó a regar y a pulir el escenario. En este punto, un artesano ruso dedicó toda la noche de ayer a preparar que el escenario esté hoy en condiciones.

Finalmente, la mañana de hoy se centrará en ensayos, pruebas, chequeos, correcciones, ajustes finales para que todo esté previsto para la primera función.

Luis Drake, responsable de la producción técnica del montaje, señala que la obra encantará a quienes ya vieron El lago de los cisnes sobre hielo en el teatro Pérez Galdós. Pero aquí la escenografía es diferente. "El Cuyás tiene una complejidad para entrar por la descarga", señala. "Y por eso hemos utilizado un día extra y maquinaria industrial". Dos técnicos de iluminación, tres de escenario y dos ingenieros de sistema de frío se unen a la gente de producción local, técnicos de teatro, luces, sonido y al personal auxiliar que trabaja en la obra. "Utilizamos dos máquinas de frío cada una con cuatro compresores", señala Drake. "Es un sistema cerrado que lleva dentro tuberías con líquido anticongelante". Así, la escenografía se va congelando capa a capa con agua para que no suponga ningún peligro.

Dirigido por Tony Mercer, y con un elenco una vez más de primeras figuras de la danza rusa, La bella durmiente sobre hielo utiliza muchos juegos escénicos en iluminación y efectos especiales de nieve y fuego, para ambientar todo el tema gimnástico, con piruetas a las que el público habitual del teatro no está acostumbrado. "La obra se acerca más a la disciplina deportiva, pero adaptada a la disciplina artística", señala Drake.

Los patinadores salpican con un poco de hielo que llega a los espectadores de la primera fila, que el realizado explica como "la interactividad entre el público y los espectadores, para romper el hielo", señala. El espectáculo permitirá disfrutar de cerca de la habilidad de 25 patinadores campeones olímpicos, mundiales y europeos procedentes de Rusia y del este de Europa, que incluye al doble oro olímpico en patinaje artístico Evgeny Platov y al cuádruple medallista de oro Alexei Nemov.

Los patinadores realizarán triples volteretas, triples bucles picados, dobles y triples axel, espirales mortales, piruetas de ángel y abundancia de saltos como parte de su estilo único de teatro sobre hielo con la música de Chaikovsky.