El poeta, crítico y traductor Lázaro Santana (Las Palmas de Gran Canaria, 1940) descubre al también poeta veneciano Matteo Forani y traba un diálogo a dos voces, una "escritura trasversal", en su último libro Mapa de la frontera (Hora Antes Editorial) a partir de una traducción libre de textos del italiano publicados en Milán en 1911.

El ejercicio de traducción fue mas allá del hecho de facilitar su lectura comprensiva, como detalla el autor en el prólogo del libro, ya que conforme avanzaba en el verso de Forani, el grancanario encontró territorios comunes que dieron una dimensión distinta al proyecto editorial. "Los poemas de Forani parecieron querer expandirse de manera que, casi sin advertirlo, y, por supuesto, sin proponérmelo de manera consciente, me encontré escribiendo a mi vez unos versos en el mismo tono y sentido que los del poeta veneciano", explica Santana. La publicación de Mapa de la frontera llega en el centenario de la muerte de Matteo Forani, un escritor en el que el grancanario, por azar o inquietud, ha encontrado un álter ego con el que simpatiza por la similitud de expresión, formas y sentimientos.

"Es un juego literario interesante a partir de una traducción muy libre y que se manifiesta un diálogo sobre una misma poética, la idea de la poesía de la historia", afirma el filólogo Antonio Becerra, que acompañó al autor en la presentación del poemario el pasado jueves en Ámbito Cultural de El Corte Inglés. "Es como si yo hubiera escrito el libro", recuerda Lázaro Santana cuando comenzó a trabajar con los textos para la traducción. Forani escribió estos poemas "en una especie de destierro" en un tono muy distinto al imperante en la época. Es en ese cautiverio, ficticio o real, donde escribe estos poemas en los que relata su estado anímico, lo que le rodea y preocupa. Esto ocurre en el norte de Italia, un territorio "que no conozco mucho", subraya el autor, y al que pudo acercarse mediante una relación literaria de contrastes entre lo que denomina "paisaje de montaña y paisaje de mar".

Santana ha escrito los poemas numerados del 1 al 35 de un total de 71, y así se lo recuerda al lector para que participe de esta experiencia literaria. La estructura del poemario, con los poemas de Forani y los de Santana, se hizo sin forzar la coherencia narrativa ni tampoco buscarla. Según afirma el poeta y especialista en el arte y literatura canaria, lo interesante de cara al propio lector que se acerque al libro y a estos dos universos distantes en el tiempo, era reafirmar con su aportación las diferencias, las dos fronteras.

El autor considera excepcional este cúmulo de circunstancias que han brotado al acercarse a la obra de Matteo Forani. "Tengo afinidades con muchos poetas, como Luis Cernuda, y se produce una identificación con su obra, pero todo lo que se dice en el libro lo podría haber hecho yo mismo, y es algo que nunca antes me había ocurrido", dice Lázaro Santana sobre las similitudes de expresión y vocabulario que encontró en este poeta italiano tan poco conocido.