La crisis económica ha obligado a cambiar sus hábitos a los lectores habituales de libros, que se han vuelto "más selectivo" y más pacientes, ya que esperan a que el título que quiere leer salga en edición de bolsillo, y han optado por "regresar" a las bibliotecas.

La compra de libros no ha quedado exenta de los hábitos que han tenido que modificar los ciudadanos por la coyuntura económica actual y, por el contrario, se está viendo muy afectada, según han relatado a Efe varios responsables de librerías de la Comunidad Valenciana.

También han señalado que la compra de libros "por impulso" como se daba hasta ahora, "ha desaparecido" y han concretado que muchas personas visitaban las librerías y después de hojear varios títulos optaban por comprar dos o tres libros, incluso hasta cinco.

Ahora, por el contrario, además de disminuir la afluencia de visitantes a las librerías, cuando el comprador se decide "después de dudar mucho y sobre todo comparar precios", adquiere un libro o como mucho dos.

Los precios de los libros de bolsillo suelen estar en torno a los 9 euros mientras que las ediciones en formato original (tapas duras) como mínimo doblan ese precio.

En cuanto a las preferencias, no han cambiado mucho, y son las novelas históricas, las policiacas y los libros de autores consagrados los que más se siguen vendiendo, además de las obras de autoayuda que mantienen sus cifras de demanda y la novela romántica que mantiene buenas ventas, ya que su precio suele ser más bajo.

Los lectores, según comentan a sus libreros habituales, optan también por esperar a que les regalen el libro deseado o intercambian los títulos apetecidos con familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Pero como el consumidor habitual de libros no puede resignarse a privarse de su vicio lector se ha vuelto a una tradición que estaba algo olvidada: acudir a las bibliotecas públicas.

En los últimos meses, se ha notado un incremento de personas que utilizan ese servicio y se da en mayor medida entre los jóvenes y las personas que "disponen de más tiempo libre" para ir a buscar el título que quieren o rebuscar hasta encontrar algo que le apetezca.

Los responsables de la librerías consultadas por Efe han coincidido también en que el libro electrónico no está suponiendo "por ahora" una competencia, ya que "el papel engancha".