El festival Rock Coast, evento organizado por la empresa LM Producciones para los días 24, 25 y 26 de mayo en Santa Cruz de Tenerife, no se celebrará finalmente en las fechas previstas al decidir ayer la organización su aplazamiento por razones económicas. Leopoldo Mansito, director de la productora tinerfeña, lamentaba ayer esta circunstancia, "una decisión que nunca hubiésemos querido adoptar", debido al débil ritmo de venta de entradas para este festival, que hasta ayer había despachado unas 5.000 para los tres días, y al resultado de la producción del concierto de Bruce Springsteen, celebrado el pasado martes en el Estadio de Gran Canaria, donde no se cubrieron las expectativas de público, y por tanto, el margen de negocio previsto.

"Lógicamente el concierto de Bruce Springsteen, que fue un éxito a nivel artístico, no tuvo el público que esperábamos reunir", lamentaba ayer Mansito. "Es difícil hacer valoraciones después de un resultado como éste", dijo, ya que frente a las 46.000 localidades puestas a la venta cuando se confirmó el primer concierto del Boss en Gran Canaria, la productora logró convocar a unos 22.000 espectadores aproximados, lejos del lleno absoluto. Una cifra muy inferior a los más de 30.000 que se necesitaba reunir para cubrir los gastos de producción y que el espectáculo no dejara pérdidas que condicionaran la viabilidad de otros proyectos inmediatos, caso del festival Rock Coast, que tiene un coste de 4,5 millones.

2,2 millones

En este sentido, Leopoldo Mansito detalló ayer que en el caso de Bruce Springsteen "la producción estaba en 2,2 millones porque se redujo todo lo que se pudo sin perder los estándares de calidad, y el que tuviéramos un aforo por debajo de las 30.000 personas no era previsible ni para nosotros ni para nadie que haya seguido la trayectoria del artista". Un hecho que en su opinión, "sólo se explica por la situación de pánico que está viviendo el país y especialmente Canarias".

La productora prefirió no cuantificar a lo que ascendían las pérdidas de la producción del paso por la capital grancanaria de la gira Wreckin Ball, del músico de Nueva Jersey, ya que según su director "ahora tenemos que evaluar, tratar de enderezar la situación y hacer todo lo que está en nuestra mano para permanecer en un sector en el que hemos estado toda la vida".

Si en lo económico, el concierto del Boss fue deficitario, en lo artístico fue un éxito. "Hemos sido felicitados a todos los niveles, desde el propio entorno del artista, que se sintieron muy bien atendidos con una producción que han calificado de impecable, muy profesional, y desde luego siempre hay fallos que son mejorables", subraya Mansito. El propio Springsteen, recuerda el promotor, "lo entendió perfectamente y lo dijo; él sabe la situación que atravesamos y es consciente de que las cifras en Canarias en cuanto a taquilla son peores que las del resto del país".

Ayudas públicas

Con un margen de ganancia muy justo en el caso de Springsteen, tal como reconoce LM Producciones, para sacar adelante el proyecto se contó con la ayuda institucional del Cabildo de Gran Canaria y del Ayuntamiento capitalino, que aportaron 100.000 y 50.000 euros, respectivamente. Una cantidad que no cubría siquiera el coste de los aviones para el traslado del equipo técnico y parte de la infraestructura de la gira desde Sevilla.

"Desde luego que nos hubiera gustado que el apoyo de las instituciones fuera mayor teniendo en cuenta la gran campaña mundial que ha significado el concierto, pero al menos tuvimos esa señal de las instituciones, que por el otro lado [para Rock Coast] no se nos facilitó".

El efecto inmediato del paso del Boss por la capital grancanaria es poner en cuarentena al Rock Coast. Un proyecto éste que tal como recuerda Leopoldo Mansito y así lo suscribe en un comunicado de la empresa que dirige, en el que "LM Producciones ha invertido hasta el último céntimo de su patrimonio a fondo perdido y cada uno de sus miembros se ha dejado la vida tratando de sacar adelante un proyecto que resultaba un auténtico sueño y significaba entrar en el circuito de grandes festivales a nivel mundial".

El volumen de entradas vendidas para el Rock Coast hasta la fecha y el ritmo de demanda de tickets a una semana de su celebración, supondría para la organización "un grave perjuicio económico difícil de afrontar". El objetivo era convocar al menos a 20.000 espectadores por día con el reclamo de un cartel que presentaba bandas internacionales como Marylin Manson, Smashing Pumpkins, Ben Harper, Iggy & The Stooges, Orbital, Sepultura y Cypress Hill, entre otras nacionales, y unas 50 formaciones canarias. "No podíamos arrastrar a otras empresas o personas con nosotros a gastos que no íbamos a poder satisfacer, y por eso tomamos la decisión de suspender antes de asumir más gastos", puntualiza el director de LM.

Desde la productora se insiste en que no es una cancelación definitiva. Asegura Mansito que "trataremos de gestionar con los artistas otra fecha ya que todos habían cobrado el 50 por ciento de sus emolumentos, y tal vez cometimos algún error de cálculo y entiendo que como las ventas no podían levantar la producción optamos por aplazarlo".

LM Producciones informará en los próximos días de la fórmula y sitios para la devolución del importe de los abonos y entradas ya adquiridas.