La escritora María Dolores De la Fe ha fallecido esta pasada madrugada en la capital grancanaria. El Tanatorio de San Miguel, en Las Palmas de Gran Canaria, acoge el velatorio. Este martes será incinerada a las 13:00 horas.

En una entrevista realizada por La Provincia/DLP, Lola de la Fe rememoró que desde muy niña ya escribía, aunque se lo inventaba todo, porque no le ocurría nada: "Mi infancia fue la más abatatada; era una niña gorda, pacífica y sana como una manzana. Estaba sentadita en el rincón del patio, en mi casa de la Alameda de Colón, imaginando cosas y leyendo cuentos, feliz. Desde chica era media simplona, pero no molestaba a nadie".

Luego, se unió a otras personas con inquietudes por escribir, como Luis García de Vegueta, Ventura Doreste, Arturo Sarmiento, Pedro Lezcano y Chano de la Nuez: "Teníamos tertulias en la rebotica de De la Nuez en la calle Malteses, y en el hotel Parque".

Lola de la Fe empezó a escribir en el diario Ya de Madrid -donde residió durante un tiempo-, firmando como Luis Bonilla: "En los años 40 no se permitía que escribiésemos las mujeres. He hecho de todo menos poesía, porque es tan elevada que no me atrevo. Aparte, nunca he escrito por obligación; igual estoy haciendo un potaje y me viene una idea y la plasmo. Me parece increíble que haya autores que sufran ante una página en blanco. Yo me divierto ante ella".

María Dolores de la Fe se identificaba con la escritura de Alonso Quesada: "El hombre estaba como triste, pero era tan profundo describiendo a los ingleses... Además, era muy canario y tenía una gran sensibilidad".

Pese a no escribir poesía, fue muy amiga de la poetisa Gloria Fuertes: "La conocí en Madrid; más tarde vino a dar una conferencia en el Museo Canario, y estuvo un mes entero en mi casa. Hizo muchísimas amistades en la Isla y tenía un ingenio increíble".

El pasado año, Lola de la Fe fue nombrada Hija Predilecta de Las Palmas de Gran Canaria: "Yo me oponía, porque no soy nadie, pero lo agradecí mucho, ya que fue un honor, y además reforzó la amistad que siempre tuve con el alcalde Jerónimo Saavedra".

Sin embargo, rechazó entrar en la Academia Canaria de la Lengua: "Cuando me llamó Manolo Padorno para decirme que me iban a nombrar y me entero de que había gente de una gran categoría intelectual y universitaria, creí que no estaría a su altura".

Por el contrario, la biblioteca del colegio público Fernando Guanarteme lleva su nombre: "Es una alegría que te reconozcan en vida, porque es triste eso de a burro muerto, cebada al rabo, aunque el ciudadano español es muy amigo de un buen entierro".

En cuanto a los personajes de sus libros, "son profundamente canarios, porque son los que conozco. Estoy orgullosa de ser canaria y de nuestros valores; la gente antigua que conocí era auténtica, honrada e íntegra, y con una forma graciosa, zorrocloca. Por eso admiré tanto a Pancho Guerra, que defendió nuestro lenguaje e idiosincrasia".

Lola sostuvo en uno de sus libros que Cristóbal Colón era una mujer, algo de lo que habló a nivel nacional en el programa televisivo Directísimo, que dirigía el popular periodista José María Íñigo, en los años 70.

Su último libro publicado es Médium/diálogos (2005): "Mantengo conversaciones con personajes clásicos que venían a mis sueños. Lo hice con la Celestina, el Cid, el Lazarillo de Tormes y toda esa panda, aunque el amor de mi vida fue el Doncel de Sigüenza, desde que con 12 años lo vi en el libro de Historia en el instituto. Tuve un flechazo".

Genio y figura, Lola de la Fe desveló el secreto para lograr una larga vida: "El humor es la base de la existencia, y aparte, hay que llevar las cosas al golpito. Yo era la menor de ocho hermanos y cuando me chinchaban me iba al baño a llorar, me miraba al espejo y me decía: 'qué cosa más fea', y me reía".