El presente año 2012 ha estado marcado por varias cancelaciones de eventos musicales de peso que habían sido programados para su celebración en el Archipiélago, y en este sentido se han visto afectadas las plazas de las dos islas principales, Gran Canaria y Tenerife.

Fue así como el mes de mayo comenzó con el anuncio de la suspensión del concierto que el mexicano Luis Miguel iba a dar en el estadio Municipal de Maspalomas. La organizadora Live Nation España anunció que el evento se posponía "dada la dificultad de transportar la producción desde y a la Península" y se comprometía a "hacer de Gran Canaria nuestra mayor prioridad en la próxima gira de Luis Miguel".

Tenerife se despertaría poco después, ya entrado el mismo mes, con el anuncio de que se cancelaba el Rock Coast debido al "momento histórico" por el que atraviesa España, y especialmente Canarias, además de la coyuntura económica, que "no conforman el marco idóneo para lograr la viabilidad y, por tanto, la materialización del festival". La responsable del evento, LM, recalcó entonces "la falta de interés institucional" del proyecto pese a su calado mediático.

El concierto que Sting tenía previsto ofrecer, también en la isla vecina en junio, fue suspendido por "problemas para trasladar los equipos desde Lisboa y a continuación a Ibiza", según la promotora Maldito Rodríguez, que valoró el contratiempo por la imposibilidad de transportar las herramientas técnicas del artista británico y su banda y la agenda que cumplía.

En aquel momento el organizador Roberto Gutiérrez añadió como causa del desastre la ausencia de soluciones aportadas por "las partes implicadas", en un concierto con 12.000 localidades de aforo, de las que se vendieron unas 6.000.

Los motivos de la cancelación del concierto de Julio Iglesias, anunciada ayer, vuelven a ser los habituales "problemas de logísti-ca y transporte de los equipos de sonido", correspondientes al mí-nimo requerido por el veterano artista gallego.