El proceso de restauración de documentos antiguos resulta una labor esencial tanto desde el punto de vista científico como cultural para lograr una visión auténtica del patrimonio y de la historia, pero desgraciadamente sigue siendo desconocido para mucha gente.

Por este motivo, el Archivo Histórico de Las Palmas, Joaquín Blanco, situado en la plaza de Santa Ana no 4, inauguró ayer la exposición Restauración de documentos para la recuperación de la memoria, en la que se muestran los procesos que conlleva dicho trabajo y que se podrá visitar, hasta el próximo 19 de octubre, cuando se trasladará al auditorio Alfredo Kraus, donde se celebrará el VII Congreso Internacional de Peritos en Documentoscopia.

El director general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Aurelio González; el consejero de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Larry Álvarez; y la concejala de Educación, Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, María Isabel García Bolta, acudieron a la presentación y recorrieron la muestra con la restauradora Rosario González Lacalle.

La exposición tiene un carácter didáctico, ya que se muestran todos los artilugios y aparatos que se utilizan en esta labor y está dividida en diferentes vitrinas para enseñar todo el proceso de restauración de forma ordenada. Así, el visitante puede apreciar desde las fases de diagnóstico e identificación a las técnicas de intervención como la desinsectación, el desmontaje, la limpieza mecánica, la fijación de tintas, el blanqueo, la reparación de cortes, los encapsulados, etc.

Son tratamientos que, en definitiva, impiden o amortiguan la agresión sufrida por el paso del tiempo o la mala conservación de este importante legado para la historia, a través de una auténtica cura.

La restauradora Rosario González Lacalle explicó todo el proceso científico que se sigue detalladamente. "Todo comienza realizándose una ficha del documento en su estado inicial", comentó, "donde se analizan el papel, los daños que ha causado, se le mide el PH y se utilizan determinados elementos".

Desmontaje

Luego viene proceso de limpieza con procedimientos abrasivos, productos químicos con lo que se logra el desmontaje del documento. "Los documentos están hechos de lino y algodón en el 90 % y tratamos de reintegrar las partes perdidas del papel para darle uniformidad, ya que llegan muy deteriorados y hay que repasarlo".

Seguidamente, el restaurador procede al teñido de la pulpa, que se puede insertar por una máquina reintegradora, con la que se tritura el lino y el algodón que, mojados, pasan luego a la batidora. El documento se lava por fuentes de hidrógenos y, una vez que están lavados, se producen los arreglos de los desgarros que pueden ser a mano o con una máquina determinada como una laminadora especial.

La parte final comprende el encapsulado con una especie de plástico con el que queda aislado, aunque son fibras vegetales y necesitan respirar. "La encuadernación es artesana", señala, "se produce a través de un bastidor para unir un documento, que previamente se ha tratado, y luego coserlo y meterlo en piel para intentar mantener la estructura". Para la conservación total de estos documentos, lo que se hace es digitalizarlos y ponerlos en conservación ya que el objetivo de la restauración es devolver la funcionalidad del objeto para que el usuario pueda acudir a él sin que se le quede en las manos.

El director general de Cooperación, Aurelio González, recordó que "la caducidad impone que las obras experimenten deterioros debido a un origen externo o por agresiones medioambientales, así como por su uso, por ello la aplicación de medidas de conservación actuales postergan las huellas del paso del tiempo en un material tan sensible".

La actividad de la restauración lleva un riesgo, que será mínimo cuando el diagnóstico y la elección del tratamiento garanticen que la intervención y los medios son los adecuados. Siempre se descartarán las improvisaciones, el uso de sistemas que no se dominen, la carencia de experiencia y formación académica, la intervención que supere posibilidades humanas y técnicas o cualquier otra acción que suponga modificar los valores auténticos del documento. El aluvión de fondos al Archivo de los más diversos lugares convierte el trabajo del archivero en un ejercicio de minuciosidad. Comienza por la investigación sobre la procedencia para terminar digitalizándolos.