Algunos de los mejores músicos de Canarias se juntaron anoche en el auditorio Alfredo Kraus para participar en el espectáculo En busca de Valentina, toda una declaración de intenciones por parte de estos artistas al ser la pionera de la músicas de raíz del Archipiélago.

Pero el evento, que unía a dos de las formaciones más emblemáticas de Canarias como Mestisay y Taburiente, también era una excusa para escuchar un repertorio que aglutinaba algunas de las canciones más populares de los últimos años en las Islas, las cuales, basadas en un principio en la tradición, estuvieron impregnadas de un toque de modernidad gracias a la aportación de músicos del ámbito tanto del jazz, como de la música clásica, los géneros latinos o el pop y que ofrecieron un tono más sugerente que sorprendió gratamente.

Como se esperaba, los dos pases de anoche registraron un lleno casi absoluto y entre el público se podía apreciar a verdaderos seguidores de la música del Archipiélago que ovacionaban esta lectura moderna de temas tan conocidos.

El espectáculo partía de una orquesta de diez músicos, con las intervenciones de una larga lista de invitados dirigidos por Manolo González, y se caracterizó por una puesta en escena sutil y entretenida en la que Luis Morera y Olga Cerpa se situaron en un primer plano, mientras la orquesta, pendiente de las indicaciones de González, iba mostrando las habilidades de sus integrantes. Mientras, al fondo una pantalla iba ofreciendo los títulos de todas las canciones con imágenes emblemáticas y con paisajes bellos de las Islas.

Comenzaron Cerpa y Morera a capella con Cantares de Lima con una ambientación muy acústica y con las intervenciones casi exclusivas de Carlos Oramas y Germán López a los timples. Tras este tema, el concierto fue ganando en intensidad hasta estallar de forma emocionante con las intervenciones de En-cantadoras, el chelista Ángel Luis Santana y el Coro de Niños Soront de Telde. Curiosamente, todos los artistas invitados aparecieron ataviados con la camisa propia de La Graciosa. En-cantadoras imprimieron al tema La quinta verde de una polifonía insólita en este tipo de composiciones, destacando sobre todo la voz soprano de la cantante Mari Carmen Segura.

Espectadores

Algo parecido a lo que ocurrió con La caldera, con la diferencia de que las instrumentistas Ana y Nati Gil, aparecieron de forma sorpresiva entre los espectadoras en un palco del auditorio tocando el clarinete desde el público. El chelista Ángel Luis Quintana, solista de la Orquesta Nacional de España, intervino para interpretar por primera vez como solista en Mi pequeña María, escrita por González para su hija mayor y donde logró un sonido muy pulcro en el chelo. Sobre los cuarenta niños del Coro Infantil de Soront, dirigidos por Gustavo Sarmiento, hay que decir que mantuvieron la esencia de Achguañac, uno de los temas emblemáticos de Taburiente. También fue destacable la participación del pianista y director del Conservatorio Superior de Música de Canarias Sergio Alonso sobre todo en la habanera La noche en Arguineguín logrando un tono mucho más sinfónico. En el caso de este clásico de Néstor Álamo hay que señalar que Olga Cerpa y Luis Morera reinterpretaron la letra de una forma ejemplar. Luego, en Los indianos, sobre la fiesta de La Palma, apareció un grupo de salsa vestido de blanco.

Casi desde la interpretación de Malagueña del agua, el público ya pudo introducirse en el folclore de las islas con el protagonismo principal de las chácaras y el timple, aunque con un trabajo en los teclados e instrumentos de viento muy ejemplar. En un momento dado, los componentes originales de las dos formaciones dejaron sus guitarras y cantaron en el escenario Yo poeta declaro. Una ejecución impecable para una canción histórica cuyo texto es un poema de Agustín Millares Sall, y un clásico de la época de la Transición en Canarias.

Otro momento emotivo fue ver a José Antonio Ramos en un vídeo tocando Chipude en directo, y en la que la orquesta se metió prácticamente en el tema del timplista creando una sensación evocadora y logrando una ovación general. Eso sin olvidar la labor de los timplistas Totoyo Millares y Germán López, el trompetista Chano Gil, el trompa Germán Arias, o los músicos de la orquesta Miguel Pérez, José Eduardo Martín y Antonio Montesdeoca.

Destacar otros temas como Fado de mar, con su envolvente aire portugués; El punto, a modo de recordatorio de la tradición decimista en Canarias, la insólita Navidad guanche, las clásicas Agüita, Folías La rosa de los vientos, Niña candela o la nueva composición En busca de Valentina grabada para la ocasión por González.

Terminaron con Gran Canaria con todos los músicos e invitados juntos y a la que siguió una despedida emocionante Manuel González en la que habló de la identidad y la unión de la música canaria. Un concierto inesperado en cuanto al lo que supone de apertura de miras en canciones que parten de la tradición de las Islas.