Si el mundo de Harry Potter ha sido recreado de una forma exitosa tanto en la literatura como en el cine, convirtiendo al personaje del joven mago en un contundente fenómeno social en todo el planeta, ahora sus fans pueden disfrutar de su héroe favorito de una manera diferente, pero complementaria con las dos experiencias anteriores.

En esta ocasión, aquellos que se acerquen al Club LA PROVINCIA descubrirán una interesante muestra pictórica en la cual se recrean los pasajes más emblemáticos de la saga de J. K. Rowling a través de diferentes técnicas y estilos, pero manteniendo toda la carga onírica y fantástica de la obra original.

Con el título de King's Cross Station 9 3/4, la exposición, que estará abierta al público hasta este viernes, acoge a 36 pintores, tanto de Canarias como de Cuba, Chequia, Filipinas, Uruguay o Francia, pero establecidos en las Islas, que asimilan muy bien el ambiente mágico y gótico de las películas, y ha resultado un divertido entretenimiento para los niños que han acudido de forma tan masiva a verla que se ha convertido en una de las exposiciones que más interés han despertado en esta sala durante los últimos años.

Precisamente, el comisario, Diego Casimiro, reconoce: "Tenemos una media de unas 50 entradas por día, algo insólito en una muestra pictórica, y lo curioso es que no hay ningún cuadro favorito, sino que cada visitante se decanta por alguno diferente". La exposición, además de agrupar estilos pictóricos muy heterogéneos, es un reto para los admiradores de J. K. Rowling, ya que los invita a descubrir guiños y alusiones a capítulos de alguno de los siete volúmenes que ha dado de sí la imaginación de la escritora británica.

Unidad

El comisario insiste en que ha querido mantener "una unidad en las obras", de tal modo que todos los cuadros tiene un formato idéntico, de 80x80 con un grosor de 3,8 centímetros, "para que mantengan ese grueso de fondo que los haga más vistosos y no necesiten estar enmarcados".

Este detalle, que podría parecer innecesario, permite, sin embargo, que la exposición se revele a los ojos del espectador casi como un cómic donde los sucesos se van alternando, a veces cronológicamente y otros desordenadamente, quedando en la mente del seguidor la misión de unirlos correctamente.

La mayor parte de los cuadros se centra en la estación de King's Cross, que era el pase a la nueva dimensión del protagonista, pero la muestra comienza con una obra de tipo abstracto, de título Primigenio, de Cristina Martel, a la que siguen otras mucho más coloristas, como La magia inocente de los niños, de Daniel Rodríguez Báez. En palabras de Casimiro, "en este cuadro la niña aparece alegre porque viene el tren, pero los adultos tienen los rostros ocultos, ya que son ejecutivos que van a su trabajo y muestran que están al margen de la magia".

Decantarse por una obra u otra es una cuestión personal, pero habría que destacar a autores consagrados como Francisco Lezcano, que ofrece una daliniana Soñar con Harry Potter; Valme García, que aporta una composición medio naíf, o los cuadros centrados en el bosque prohibido con el toque gótico de Lidia Álvarez o José Riquelme. Pintados al óleo o acrílico, llaman también la atención Magic wall de Efra M. O., donde se retrata al personaje de cuerpo entero y con cristales incrustados al lienzo, un Doddy socarrón dibujado a carboncillo por Attneri Perera Romero, ese evocador Soñar con Harry Potter que juega con los ángulos y las formas, o cuadros que penetran en aspectos más psicológicos como Las adversidades de Harry, de José Francisco Sosa Serván, y La espera, de Jota Mayer. Muchos visitantes han elogiado, sin embargo, cuadros muy personales como El prisionero de Azkabán, de Juan Cabrera, el más abstracto de toda la muestra, o Hipógrafo, de Zoraida Rodríguez, que cierra el recorrido.

La muestra ha tenido una preparación nada habitual ya que en su inauguración se proyectó un corto de nueve minutos con saludos en español de los jóvenes protagonistas realizados especialmente para esta ocasión. Una interesante exposición cuya idea, la de sacar partido de una obra exitosa a nivel mundial, ha mostrado sus enormes posibilidades, al atraer a las salas de arte a un público más neófito.