Vinieron atraídos por el sol, como el resto de británicos que pisaron Puerto de la Cruz en los inicios del turismo insular. Tres guiris con su peculiar corte de pelo, que les daba un aspecto algo descuidado para el gusto de los isleños de la época franquista, pasaron sus primeras vacaciones en Tenerife allá por el año 1963. Se bañaron en la Playa Martiánez y en las piscinas de San Telmo -hoy Lago Martiánez-, donde cogieron una insolación que les provocó una fiebre que no los dejó dormir e, incluso, fueron a ver una corrida de toros en Santa Cruz y acudieron al Teide.

Estos tres guiris no consiguieron llamar la atención de los portuenses, ni al pronunciar su nombre al gerente del local Río de San Telmo -hoy reconvertido en casino de juego- donde quisieron tocar y no pudieron porque el jefe los vio muy greñudos para agradar a su clientela, que respondía a la alta sociedad isleña de la época. Los tres guiris rojos como tomates que paseaban por Puerto de la Cruz en 1963 no eran otros que The Beatles.

No sabemos si el gerente de aquel local se enteró de que había perdido la oportunidad de su vida al no dejar tocar en su local a unos jovencísimos Ringo Starr, George Harrison y Paul McCartney, junto al amigo que les invitó a pasar sus vacaciones en Tenerife, el fotógrafo y músico alemán Klaus Voormann, que sí causaba sensación al pasear por las calles donde se oía: "¡Qué pelos, qué pelos!"

Lennon, ausente

John Lennon no acudió a estas primeras vacaciones porque el mánager del grupo, Brian Epstein, lo invitó a Torremolinos. John prefirió nadar en las playas rubias de Andalucía, mientras que Ringo, Paul y George pisaron las arenas negras de Puerto de la Cruz, un destino turístico que hoy guarda esa atractiva decadencia que queda en todos aquellos que fueron grandes.

Tal día como hoy hace ahora 50 años, Ringo, George y Paul llegaron a una isla que no los reconoció porque todavía no eran famosos en España, aunque ya habían conseguido colarse en el número 1 de Inglaterra con su álbum debut Please please me. Tras ese primer éxito disfrutaron de sus primeras vacaciones de sol y playa, como buscan hoy muchos británicos que huyen del cielo gris y se chocan con la panza de burro portuense. El Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, en Puerto de la Cruz, celebra esta visita histórica que aún hoy muchos isleños desconocen.

La única visita de The Beatles a la Isla estuvo motivada por la invitación de su amigo, músico y fotógrafo alemán Klaus Voormann, al que conocieron en Hamburgo en 1960 junto a Astrid Kirchherr y Jürgen Vollmer. Todos los conocedores de la historia de The Beatles, incluido el canario Nicolás González Lemus -organizador de los actos conmemorativos- atribuyen a Voormann el papel de "descubridor del grupo". Como distinción de este aniversario tan especial, Voormann vino a la Isla en calidad de "invitado de lujo".

Hace 50 años fue precisamente él quien invitó a sus tres amigos melenudos a pasar 12 días en la casa de su padre en La Montañeta, en Los Realejos, y los dejó conducir su deportivo descapotable por la isla que visitaron junto a su exnovia y amiga, la fotógrafa Astrid Kirchherr, que fue la que creó el corte de pelo moptop a The Beatles.

Diez meses después, pisaban el Carnegie Hall -el escenario más importante de Nueva York- ahora sí con John, y Klaus Voormann dejaba constancia fotográfica de la visita histórica de The Beatles a Tenerife. Esas fotos pueden verse, junto a cartas, postales, discos e instrumentos de la época en la Casa de La Aduana, en el municipio norteño. Además habrá un ciclo de cine, conferencias y el concierto de despedida de los tinerfeños Almas de Goma el sábado 4 de mayo, que dejan los escenarios tras más de una década dedicados a versiones.

Son muchas las anécdotas que Lemus ha conseguido reconstruir de aquella visita, además de la terrible insolación. Quedó el susto en el cuerpo para Paul McCartney, que casi se ahoga en la playa Martiánez, tal y como describió en su libro Anthology. Lemus reflexiona sobre lo trágico que habría sido que Paul se hubiera ahogado, ya que los beatlemaníacos y el público en general se habrían quedado sin 14 discos y sin un importante trozo de la historia de la música.

Puestos a imaginar situaciones que hubieran dejado al mundo sin el fenómeno fan que crearon The Beatles, Adan McGrath, estudioso de la banda, señaló que la muerte de la madre de Paul dejó libertad a su hijo para tocar rock and roll.

Voormann, que ahora tiene 75 años, no solo fue ese amigo que los invitó a pasar sus primeras vacaciones fuera del continente, sino que diseñó la portada de su álbum Revolver y acompañó a John Lennon, George Harrison y Ringo Starr en sus carreras en solitario. Voormann también fue miembro fundador de la Plastic Ono Band de Lennon, junto con Yoko Ono, Alan White (batería de Yes) y Eric Clapton, y participó en el mítico concierto para Bangladesh, junto a George Harrison, en el Madison Square Garden de Nueva York.

Esta celebración del 50 aniversario de The Beatles en Tenerife también quiere recordar la im-portancia de la figura musical del propio Klaus Voormann, además de la de los cuatro melenudos de Liverpool.