Luis Muñoz Chinarro presentó ayer en el Club LA PROVINCIA su libro Realidad y fantasía de un prisionero de su cuerpo, un texto autobiográfico narrado en segunda persona "porque me dí cuenta que me daba la visión de lector y me gustó más", explica el autor.

Este joven discapacitado manifiesta que "escribir el libro ha sido una liberación porque hasta ahora hablar de mi madre, mi hermano Gustavo (ambos fallecidos) y del accidente me costaba, y escribirlo ha sido sacar a la luz lo secreto". Además, considera que da una visión real de cómo son las necesidades sociales de un tetrapléjico.

Junto a él estaba su padre Luis Muñoz, José Luis Méndez, jefe de la Unidad de Lesionados Medulares del hospital Materno Insular, que lo trató durante su estancia en este centro; y la doctora Macarena Carrascosa, médico de la Residencia Taliarte Sur, miembro del centro sociosanitario donde está ingresado el autor.

El documento escrito recoge el proceso que siguió este joven desde que sufrió el accidente a los quince años de edad. Narra cómo sus amigos "incluso fueron en dirección prohibida para llegar lo antes posible al hospital". Toda su evolución y aceptación de lo sucedido, su paso por diferentes centros hospitalarios y residencias. "Hay que seguir viviendo porque aunque esté físicamente como estoy, mentalmente puedo hablar de cualquier tema y con cualquier persona", deja constancia que su discapacidad es sólo física.

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