Este martes se ha cumplido un año de la muerte de José Luis Sampedro, un tiempo en el que su viuda, Olga Lucas, ha querido recuperar los pensamientos escritos pero no editados del que fue su compañero durante 16 años.

Ahora, Plaza & Janés los reúne en el libro 'Sala de espera', un volumen dividido en dos partes en el que el lector podrá profundizar aún más tanto en los sentimientos como en el pensamiento social del filósofo y escritor.

Los 3 libros imprescindibles de José Luis Sampedro

Congreso en Estocolmo (1952)

El río que nos lleva (1961)

La sonrisa etrusca (1985)

"He querido que sea la despedida de Sampedro con sus lectores", ha manifestado este martes Lucas durante la presentación, que se ha celebrado una hora después de haberse emplazado una placa en el portal de la que fue su casa en Madrid.

La primera parte de este libro se llama 'Los ríos' y en ella se unen dos relatos: el que escribió el propio Sampedro acerca de sus primeros diez años de vida y el recuerdo de la niñez de Olga Lucas. Ambos desembocaron en uno, lo que él llamo "musa" que, lejos de la idea romántica, partía de una especie de broma: "Minúsválidos unidos, sin aditivos, o sociedad apañada", ríe.

"Cuando nos conocimos encajamos como el yin y el yan. Nos llevábamos 30 años de diferencia y veníamos de culturas diferentes y de mundos teóricamente distintos, aunque al final ves que las cosas no son tan diferentes, a pesar de que el escenario y el decorado sea otro", cuenta.

El libro también incluye algunas fotos de los primeros encuentros de ambos, que tuvieron lugar en el balneario al que ambos acudían para aliviar sus dolencias y que Olga Lucas finalmente se ha atrevido a relatar, a pesar de confesar su "pavor" a atravesar la "tenue frontera" que separa el amor de lo cursi.

A pesar de confesar sentirse "en el vacío" tras el fallecimiento del que ha sido su compañero durante 16 años, señala que sigue ocupada con todo lo que rodea a su marido, aunque asegura que nunca quiso parecer una "viuda pesetera" que lanza un producto para ganar "perras".

Pero su verdadera preocupación era saber qué hacer con los escritos que había dejado Sampedro, en los que incluyó instrucciones dirigidas a su mujer. Ella, sin embargo, aunque afirma que eran "siameses", reconoce no tener su "erudición" para seguir estas indicaciones. Por ello, en este volumen se incluyen las notas tal y como él las dejó.

Antes de su muerte, Sampedro estaba empeñado en hacer otro libro, pero Lucas está segura de que nunca lo habría terminado. "Él decía que era un aprendiz de sí mismo. Nunca ha sido un sectario ni un dogmático. las noticias y los documentales le hacían replantearse las cosas y tenía ansias de decirlo todo", recuerda.

"No fue el gurú del 15-M"

La obsesión de Lucas siempre ha sido una: "Que su legado perviva". "Quiero que no olviden a Sampedro, pero no porque fuera mi marido, sino porque en los tiempos que corren en es muy importante, estamos huérfanos de referentes", ha dicho.

De hecho, la segunda parte de este libro se centra en el pensamiento social de Sampedro, una excusa que le ha servido a Lucas para aclarar que el filósofo nunca fue gurú del movimiento 15-M, sino que solo apoyó este moviemiento, que fue resultado del "esfuerzo" de otros.

"Él les apoyaba y les dijo que les estaban alegrando los últimos días de su vida. Tenia claro que las personas con relevancia tenían que apoyar y aprovechar el micrófono que tenían, pero jamás hurtarles el protagonismo", ha aclarado la viuda del escritor.