La sección Banda Aparte es una de las más atractivas para los cinéfilos por su singularidad. Durante le jornada de ayer, el director del Festival de Cine de Las Palmas, Luis Miranda, la definió como "un contenedor de una parte de ese cine que linda con lo experimental, pero también con ciertas zonas de la no ficción. Un cine que no es documental, sino que se aproxima más bien al ensayo, una zona de hibirdación donde hay vasos comunicantes entre páginas cinematográficas muy diversas que no tienen salida en el circuito comercial".
Miranda, que aistió a la presentación acompañado del crítico Antonio Weinrichter, y de la directora de Malpartida, María Pérez, aseguró que en esta sección hay una presencia del cine expermental a través de una serie de cortometrajes, pero también de películas ensayo, o de documentales que tienen una dimensión crítica muy particular. "Malpartida es una película que se hace preguntas acerca del lugar que ocupa el cine contemporáneo con respecto a los discursos sociales", aclaró Miranda. "Es una película que tiene lugar en un pueblo de Extremadura. Y supone hacer arte contemporáneo en una zona totalmente rural, con el choque que eso implica en una zona donde es posible ironizar, pero sobre todo hacerse preguntas. Se trata de un cine que no tiene ningún tipo de conseción ni complacencia con el cine considerado como una industria del entretenimiento, pero tampoco con un cine que tuviera que ver con la narración convencional o con cualquier forma de entender el cine como un mero contar historias".
La directora María Pérez (España 1984) aborda en dicho film la historia del artista alemán Wolf Vostell que se muda con su familia al pequeño pueblo extremeño de Malpartida de Cáceres a mediados de los años 70. Allí, en medio de un entorno primitivo, funda un museo de arte contemporáneo en conexión con los habitantes de la zona, convirtiendo así a Malpartida en el primer pueblo Fluxus. Poco después, para homenajear a Vostell en el que hubiera sido su 80 cumpleaños, los artistas del grupo Fluxus vuelven a Malpartida después de tantos años. Pérez, que fue alumna de Antonio Weinrichter, habló de la experiencia que suponía contraponer el arte contemporáneo con un mundo totalmente rural "ya se experimenta de un modo que no tiene nada que ver con la institución arte", señaló. "Fue una verdadera suerte haber podido vivr esa experiencia", dijo.
Otras dos películas, de la directora argentina Flavia de la Fuente, se exhibieron durante la jornada de ayer. La primera, 15 día en la playa, describe cómo, durante dos inviernos, la directora sigue a los pescadores que aparecen en la película, en la costa en San Clemente del Tuyú, a pocos metros de su casa. De la copiosa captura elige quince días que revelan la tensión y la diversidad de texturas, sonidos y pequeñas historias que resultan de la atención y la paciencia.
El paseo, por otro lado, es un recorrido casi aleatorio, con más sonidos que palabras, por las casas de San Clemente del Tuyú, del que resulta que es tan misterioso lo que ocurre en cada toma como la forma en que está filmado el paseo.
