La noche más freak vuelve a convocar a los amantes del cine de terror y fantástico más experimental con una maratón de seis títulos en sesión golfa que, en esta edición, cambia de escenario y se traslada al Edificio Miller. Desde el reverso más mordaz y divertido del terror hasta las últimas reinvenciones digitales del género, el Festival de Cine de Las Palmas vuelve a apostar por uno de sus apartados más exitosos de la mano del crítico cinematográfico Jesús Palacios, cuya propuesta cumple este año 16 ediciones. "Este Festival fue pionero en incluir este tipo de cine con una noche gamberra en su programación y ha servido de modelo para otros festivales", celebra Palacios.

La cita nocturna con el cine freak arranca a las 23.00 horas y, a lo largo de la madrugada, se proyectará en una pantalla de 65 metros cuadrados los cortometrajes El modelo de Pickman, One night in hell y Pandas; y los largometrajes Pos eso, Lo que hacemos en la sombra y The world of Kanako, que se corresponden con "lo más sugerente, interesante y novedoso que se ha podido ver en los festivales de mayor prestigio como Sitges o San Sebastián", revela Palacios. "No es por echarme flores, pero creo que este año tiene la programación más perfecta de la historia freak del Festival y va a gustar mucho a espectadores de todo tipo", vaticina.

El apartado de cortometrajes presenta este año un predominio absoluto del cine de animación. "Lo mejor que he visto en cortos fantásticos en los tres últimos años de producción se realiza en el terreno de la animación", reconoce Palacios, si bien los tres títulos de esta noche "reúnen todas las técnicas de cine animado importante que se trabajan en la actualidad".

En primer lugar, El modelo de Pickman (Pablo Ángeles Zumanes, 2013) es un cortometraje de animación mexicano basado en un cuento clásico de horror de H. P. Lovecraft, que emplea "una relación de muñecas clásicas y muy conseguidas". Por otra parte, One night in hell (James Hall, 2014) es un cortometraje animado en 3D que rinde homenaje a los inicios del cine a partir de Méliès, con una brillante estética en blanco y negro ambientada en el infierno y arropada por la música original de Brian May. A continuación, la eslovaca Pandas (Matú? Vizár, 2013) encarna la animación tradicional y dibuja una distopía en torno a la extinción inminente de los pandas y su esclavitud a manos de primates.

El apartado de largometrajes se inscribe en la "comedia fantástica y freak" y arranca con la apuesta nacional Pos eso (Sam, 2014), de una de las pocas industrias de animación independiente en España y que trabaja la animación artesanal de plastilina. El resultado es "un festín de homenajes al cine fantástico y de terror que construye una sátira feroz del mundo del reality y la prensa rosa", explica Palacios. Pero el plato fuerte de La noche más freak es la producción neozelandesa Lo que hacemos en la sombra (Jemaine Clement, Taika Waititi, 2014), avalada por el sello de Peter Jackson y multipremiada en el circuito internacional de festivales. La cinta es un falso documental que retrata el día a día de una hornada de vampiros que reside en la capital neozelandesa, "con guiños inteligentes a la mitología del vampiro y clásicos como Nosferatu".

Por último, la cinta más violenta de la programación es el thriller japonés The world of Kanako (Tetsuya Nakashima, 2014), "con una factura fílmica muy arriesgada que mezcla animación, videoclip y saltos en la narración". La trama se inicia con un detective que investiga la desaparición de su hija y cuya búsqueda desvelará la vida secreta de la adolescente en un mundo de sexo, violencia, chantaje y corrupción. "Una película hipermoderna de texturas e influencias del cine de Tarantino, no apta para altas sensibilidades", advierte Palacios.