La Gran Canaria Wind Orchestra celebra mañana su segundo concierto en la Sala Sinfónica del Auditorio Alfredo Kraus, con un programa muy ambicioso y diverso bajo las órdenes del director holandés Bram Sniekers, que dirige a una plantilla compuesta por 70 músicos de todas las especialidades de viento, percusión, cellos, contrabajos, arpa y piano. Además, el encuentro cuenta en esta ocasión con la colaboración del Coro femenino de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, dirigida por Luis García. "Cuando me invitaron a dirigir este repertorio como invitado no pude negarme, sobre todo, debido a la calidad musical de esta plantilla", afirmó ayer Sniekers durante la presentación del evento.

En el concierto, la agrupación interpretará en primer lugar la pieza Trois notes du Japón, del japonés Toshio Mashima, dividida en tres partes. "Se trata de su obra más conocida en Europa, llena de colores distintos, desde el armonía hasta el pesimismo", explicó Sniekers. Le sucede una pieza "minimalista" de 15 minutos denominada Traveler de David Maslanka, reconocido compositor norteamericano de instrumentos de viento. Y durante la hora final, la orquesta interpretará la Sinfonía nº3 'The Apocalypsis', del suizo Thomas Trachsel, cuyas composiciones son consideradas exponente de la música actual europea de primer nivel y que, sin embargo, no suelen ser interpretadas en directo.

El mismo compositor se desplazó ayer a Gran Canaria con motivo del concierto y adelantó que "mi música no es fácil, al contrario, es muy compleja, y me honra que la Gran Canaria Wind Orchestra haya decidido incluirla en el programa porque no hay muchas bandas que la toquen", expresó ayer. Según el aclamado compositor, la pieza gira en torno a "la cuestión de cómo vamos a dejar este mundo para nuestros hijos". "Esperamos que sea un mundo en el que haya algo más de paz", declaró Trachsel.

Este concierto supone el regreso de la Wind Orchestra con un nuevo repertorio tras su exitoso estreno el pasado mes de febrero con el programa Pueblos y Culturas, que convocó a unas 1.000 personas, según informó ayer Luis Acosta, director de la Fundación Auditorio y Teatro. El impulsor y director artístico del proyecto, Esteban Ponce, expresó ayer que "este es un concierto de consolidación". "Para nosotros es importante que la gente nos conozca y que sepa que estamos trabajando duro", explica Ponce, "ninguno de nosotros cobra por este trabajo y estamos hablando de conciertos con un coste cifrados en los 60.000 euros". "Esperamos que la sociedad canaria reconozca nuestro esfuerzo", concluye.