Los mexicanos Maná hicieron historia en la vida de muchos canarios el pasado fin de semana, durante y después de su concierto del viernes por la noche en el estadio Heliodoro Rodríguez López de Santa Cruz de Tenerife.

Tras el éxito de su actuación, los mexicanos decidieron celebrarlo en la terraza Isla de Mar de la capital tinerfeña. El gerente del local de ocio nocturno, José Juan Gutiérrez, está encantado. "Un promotor del concierto nos había avisado de que iban a venir con su equipo de seguridad y nosotros habilitamos dentro de la zona VIP un espacio especial para ellos", explica el empresario. "Nuestros clientes se comportaron", añade entre risas, al tiempo que recuerda que "Maná le tiene un cariño especial a Tenerife".

"Lo que nos sorprendió es que el sábado repitieron casi todos, algo que, según su representante, no suelen hacer", comenta Gutiérrez, quien confiesa que "los dos días cerraron ellos la terraza y nos dijeron que esperaban volver pronto". Al ser preguntado por el desabastecimiento de tequila de su local, el gerente ríe y contesta que "en realidad poco, son más de cerveza y se portaron bien". Son testigo de estas juergas las decenas de fotografías colgadas en las redes sociales de los miembros del grupo con los tinerfeños y los vídeos grabados en el local donde se escuchan canciones de los mexicanos -detalle del gerente- que la gente se desgañita por cantar mientras público y artistas se graban mutuamente con sus móviles.

Otro de los momentazos protagonizados por la banda ocurrió en el Hotel Mencey. El sábado pasado al mediodía se celebrara el cóctel de una boda entre chicharreros en la que tocaban los tinerfeños Amatista, concierto organizado por Eventalia Group y Musicalia Eventos. Los jóvenes, que habían disfrutado del concierto de los mexicanos el día anterior, sabían que era posible que siguieran en el hotel, así que en los ensayos mañaneros interpretaron su versión de 'Lluvia al corazón' con un cajón flamenco, guitarra española y violín, que hacía años que no tocaban. Un vídeo subido a la cuenta oficial en Instagram del guitarrista de Maná, Sergio Vallín, registra el momento exacto en el que los jóvenes ensayan el tema y se percatan de la presencia de su admirado artista. La cara de los tinerfeños lo dice todo. Juan Pablo Sifonte, Drahcir Díaz y Moisés Socas, fans "a muerte desde pequeños" de Maná, pararon el ensayo para hablar con Vallín. "Aunque nos lo pidió, no pudimos seguir de la impresión", cuenta Díaz, de 18 años. "Nos dijo que vendría por la tarde y nos pidió un disco... Nosotros le llevamos como diez", recuerdan los jóvenes entre risas.

Al mediodía, con 250 personas en el cóctel de la boda de los chicharreros, Amatista daba su concierto tranquilamente. De reojo, vieron a lo lejos al vocalista de Maná, Fher Olvera. "Le vimos las greñas acercándose a nosotros, así que acortamos la canción con la que estábamos para pasar rápido a nuestra Lluvia al corazón", relata Socas. La estratagema funcionó: al momento Olvera estaba con su móvil grabando a los tinerfeños rodeando el escenario, momento que se puede revivir en un vídeo de Youtube. Después de unos segundos, los asistentes a la boda comienzan a darse cuenta de lo que ocurre y poco a poco se fueron acercando al vocalista para hablar con él y pedirle fotografías.

Olvera se mostró muy amable y paciente y hasta saludó a los novios, con los que también se retrató. Al terminar la actuación el representante de Maná invitó a los tinerfeños a conversar con Olvera en una zona restringida del hotel, donde el artista almorzaba.

"Estuvimos como media hora y hablamos de música y de todo", cuenta Amatista. El guitarrista Moisés Socas, que aún no se lo cree, reflexiona: "¡Es que el día anterior estábamos nosotros grabándolos a ellos en el concierto y al día siguiente fue al revés! No tiene nada que ver a conocerlos en un backstage, por ejemplo".

Yanira Vera, organizadora de eventos del Iberostar Grand Hotel Mencey, asegura que este tipo de anécdotas no suelen ocurrir con los famosos que se hospedan en sus instalaciones. "Más bien suele ser al contrario", explica la trabajadora, refiriéndose al carácter huidizo que suelen mostrar las grandes personalidades. Queda más que demostrado que no es el caso de Maná.