Los escritores canarios afirman que la crónica negra insular supera a la ficción. Así lo reconocieron ayer Luis León Barreto, Ramón Betancor, José Luis Guijarro y Moisés Morán en el segundo de los dos debates del Encuentro Internacional de Literatura de Las Palmas de Gran Canaria celebrado en el Museo poeta Domingo Rivero y que giraba sobre este género literario.

Luis León Barreto recordó que la novela negra nace con la depresión del 35 y tiene que ver más con la crisis social, de valores e institucional, "con gente cabreada con lo que está sucediendo", dijo. El escritor recordó que cuando en Suecia matan a Olof Palme se produjo ese empujón "para quitar al país la imagen de paraíso feliz y se incrementó la producción de este género de forma espectacular". Barreto recordó que Las Palmas tiene una crónica negra bastante importante, muy amplia en los 80, "ya que por aquí pasa y se consume mucha droga y "la novela negra es una radiografía de nuestros males".

Por su parte, Moisés Morán puso el ejemplo de 1800 almas de Jim Thompson "donde ves lo que este género con una estructura brutal y sin ningún tipo de arrepentimientos". Pero aclaró que "la realidad supera a la ficción", y puso el ejemplo de dos de sus novelas. En Jinámar Connection, dos jóvenes encuentra flotando 150 kilos de cocaína pescando en Costa Ayala, "algo nada extraño teniendo en cuenta la cantidad de alijos que se apresan en nuestras costas". O Chat trata sobre un psichokiller que asesina a gente por internet. "Y en esta ciudad ha desparecido mucha gente sin saberse nada de ella".

José Luis Guijarro recordó, a continuación, que la novela negra es una derivación de la policiaca británica donde la intriga es lo importante, "pero en la época de la depresión se humaniza y se hace más violenta". En su opinión, una obra de este tipo tiene que tener una intriga que enganche y un elemento cultural. "Tiene que ser creíble y contar las cosas de forma razonable", dijo. Finalmente, Ramón Betancor recordó la importante cantidad de casos de la Audiencia Provincial de Las Palmas y afirmó que " hay una perfección de la venta y no de los valores literarios".

Suplementos

El primer debate giró en torno al periodismo cultural y reunió a los escritores y periodistas Luis León Barreto, Sebastián de la Nuez, Guillermo García-Alcalde y Manuel Díaz Martín, junto a los periodistas Victoriano S. Álamo y Ana Sharife.

Luis León Barreto señaló que la labor de los suplementos de cultura es ser abiertos y no hacer seguidismo. "a veces confundimos cultura con entretenimiento, que es como mirar sin entenderse", dijo.

Por su parte, Manuel Díaz Martínez afirmó que el periodismo cultural en Canarias se limita a la información de noticias, por lo que lo ve algo "pobre", mientras que Victoriano Suárez Álamo sostuvo que las islas atraviesaN un buen momento en comparación con otras provincias del país donde no hay suplementos y, a veces, ni periódicos de papel. "Aquí los suplementos de los dos periódicos tienen entre 8 y 12 páginas, aunque siempre hay que aplicar ajustes presupuestario como en cualquier otro medio".

Guillermo García-Alcalde señaló que el periodismo cultural vive "una transición y mutación", y que la prensa escrita ha bajado el nivel cuantitativo y cualitativo. "Ha habido momentos brillantes, pero ahora es difícil encontrar críticos de arte y filosofía, y las críticas de música casi han desaparecido". García-Alcalde recordó que el periódico es un intermediario con la sociedad, y por eso "entre más demanda también hay más respuesta".

Ana Sharife dijo que cuando desaparezca el periodismo de papel desaparecerá el periodismo cultural. "En los periódicos digitales, la cultura suele ser lo que menos se lee y no puedes analizar ni contextualizar lo que escribes porque no tienes tiempo". Finalmente, Sebastián de la Nuez recordó que "debemos de ver el periodismo de forma amplia, ya que la gente mantiene cierta distancia, en Venezuela se le denomina 'Arte y espectáculos".