"Feliz" al cumplir 72 años y "recuperado" de su operación de espalda, el cantante español Julio Iglesias confesó este miércoles a Efe que el secreto de su éxito no ha sido su voz, sino tener un estilo y no perderlo, al presentar su último disco de estudio, un tributo a México.

Ese país que "adora" y le "atrae muchísimo" por su "cultura" y por "cómo piensan" y "cómo escriben los autores" mexicanos es el lugar en el que decidió pasar su cumpleaños, que celebra con un grupo de mariachis en una concurrida rueda de prensa escuchándoles cantar "Las Mañanitas".

Iglesias recibió después a Efe en el salón de un famoso restaurante de la capital mexicana, bronceado como siempre y con ese espíritu jovial que lo caracteriza.

Ríe a carcajadas, se apasiona en sus respuestas y se levanta ágil de su silla para demostrar que puede soportar la gira de seis conciertos que le espera en México y que comienza este sábado en Guadalajara (en el oeste de México). "Aguanto, aguanto", afirma seguro al ser consultado sobre la exigencia de los recitales.

Explica que, al terminar el disco, que le llevó un año y medio y se llama precisamente "México", "tenía un dolor en la espalda terrible" pero "gracias a Dios" se puso a "hacer deporte", le "hurgaron allí dentro" y ahora se encuentra "perfecto".

La idea del álbum, el primero que graba en español en doce años, surgió en "una conversación con amigos mexicanos" y porque "adora" la música mexicana.

Contiene doce canciones históricas como "Ella", "Usted, "México Lindo" o "Juan Charrasqueado", de míticos compositores como José Alfredo Jiménez.

"He cantado autores míos", que son "irrepetibles" y con los que "ha convivido" e "incluso cantado", como es el caso de Jiménez, al que conoció y con el que llegó a cantar, confiesa a EFE.

El músico que más discos ha vendido en español, 300 millones, subraya que conoce "profundamente" México porque ha vivido allí "durante veinte años tres meses al año".

"He cantado bajo muchos presidentes, mucha consecuencias, circunstancias, problemáticas. Los artistas tratamos de decir las cosas bonitas, pero México es un país precioso", añadió.

Con el actual mandatario, Enrique Peña Nieto, estuvo cenando esta semana, según supo EFE, que le preguntó por la experiencia. "Me pareció simpatiquísimo, listísimo, con unos ojos que hablan, bonitos", opinó.

En su encuentro, que según dijo duró "tres horas y media", le gustó que su interlocutor le hablara "de una manera muy sincera, de muchas cosas", y que fuera "muy espontáneo".

"No me llevé ninguna sorpresa mala, todo lo contrario. Le hice una pregunta mágica dónde él responde: Yo quiero que en México se quede alguien mejor que yo. Y cuando me dijo eso ya me destrozó", agrega.

Como estima a los mexicanos, le parecen "una falta de consideración grandísima" las amenazas a los inmigrantes en Estados Unidos del precandidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump, de quién opina que tiene "un espíritu muy negativo".

"He estado tres o cuatro veces con él y en aquella época me parecía simpático; ahora me merece mis más grandes penas porque creo que es un equivocado", agrega.

Volviendo al disco, cita con cariño un tema incluido que su compatriota Joaquín Sabina popularizó, "Y nos dieron la diez".

"Primero porque tengo una admiración muy grande por Sabina y después porque era interesante que yo supiese cantar esta canción de otra manera", dice.

Pese a su condición de estrella incandescente, se interesa también por los nuevos valores de la música en español, asegura que hay "recambio" y resalta a Pablo Alborán, que le parece "un artista".

"Entiendo que lo adoren en España y por tantos sitios porque me gustan las voces que cantan para adentro", argumenta Iglesias, que se incluye en ese grupo.

"México" será su último trabajo de estudio, como confesó este miércoles, pero con ello no está tratando de mandar un mensaje de despedida a sus seguidores.

"No, no, no. Ojalá pueda cantar toda mi vida. Voy a cantar toda mi vida. Lo que pasa es que hacer un disco es muy difícil a mi edad, en el sentido en que piensas siempre en la legacía (legado), en si te vas a equivocar", pues "siempre dicen de nosotros que lo mejor es lo último", reflexiona.

Luego comparte su técnica para ser exitoso en los doce idiomas en que ha cantado.

No ha sido más que "imaginar" lo que estaba "contando" y "saber transmitirlo", incluso en chino, "que es un idioma imposible", detalla.

Por último, comparte gustoso la razón por la que ha tenido una "vida de luces" durante "tantos años".

"Primero, porque las he buscado; segundo, porque las he entendido; tercero, porque las adoro, y cuarto, porque Dios me ha dado en la vida una cosa para cantar, que no es cantar bien o cantar mal, sino que es un estilo de cantar, y ese nunca lo he perdido".