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Entrevista

Alicia Alonso: "Los que trataron de destruir la Revolución cubana han fracasado"

"Cuando reponemos un clásico, si queremos ser fieles a sus autores originales, debemos respetar el estilo y los modos expresivos de la época", matiza la coreógrafa y bailarina

Alicia Alonso. REUTERS

¿Qué dice al espectador contemporáneo El lago de los cisnes,

El lago de los cisnes es mucho más que un cuento trágico. Es una obra maestra de la danza escénica y una muestra del estilo de toda una época. Y, en nuestra versión, el final no es trágico. Creo que su música, el uso generoso del virtuosismo técnico, el colorido y la dinámica de la obra encantarán al espectador.

¿Qué importancia tiene la coreografía en la actualización de un repertorio clásico?

Cuando reponemos un clásico, si queremos ser fieles a sus autores originales, debemos respetar el estilo y los modos expresivos de la época. Pero no hacer una reconstrucción que pudiéramos llamar "arqueológica", de museo, porque los espectadores de hoy no son los mismos que los del siglo XIX, y es necesario llegar a ellos con la misma efectividad. Hacer otra cosa sería traicionar al clásico. No se trata de incurrir en anacronismos, ni trasladar de época la trama o modernizar el lenguaje, sino de mantener lo que es esencial y quitar lo superfluo que se le fue agregando. Se puede asimilar, por ejemplo, el desarrollo actual de la técnica académica, dentro de los más puros conceptos de la misma; acentuar el estilo y hacer más lógica y coherente la dramaturgia. Y mantener lo que, sin lugar a dudas, corresponde al original.

¿Cuál es la seña de identidad del Ballet Nacional de Cuba?

Nuestro ballet es la máxima expresión de la escuela cubana de ballet, la cual hemos desarrollado conociendo todas las escuelas que existían, pero reelaborando la metodología para la enseñanza de acuerdo con nuestros criterios estéticos, y sobre la base de la idiosincrasia y las características del bailarín cubano. Se caracteriza por la limpieza técnica, la musicalidad (no rígida, sino usando el tiempo y la melodía de una manera expresiva), la fuerza y virilidad de la danza masculina y la feminidad en las chicas. También se hace hincapié en el aspecto teatral de las interpretaciones y, como hemos mencionado, el dominio de los estilos.

Su vida y su historia vinculadas a la danza abarcan prácticamente el siglo XX y el XXI. ¿Habrá muchos cambios en el ballet del siglo actual?

Pues sí. Contrariamente a lo que algunos creen, e incluso dentro del repertorio clásico, el ballet es un arte vivo, en constante desarrollo.

¿Sigue habiendo coreógrafos como los clásicos del siglo pasado? ¿Se baila igual?

Cada época produce sus propios talentos, aunque el medio condiciona mucho la forma en que se desarrolla. Hay valores que se mantienen en la forma de bailar, pero siempre hay evolución. Hoy no se baila ni siquiera como hace 50 años.

¿Qué condiciones debe reunir un buen bailarín o bailarina?

Un físico adecuado, el cual puede ser transformado hasta cierto punto con el trabajo. Hay condiciones ineludibles, como la flexibilidad, la coordinación, la musicalidad y la creatividad natural. Luego depende del género al que se dedique y dentro de él qué cualidades será capaz de desarrollar.

En su magisterio y concepción de la danza ha sido importante cargar de fuerza los pas de deux

Los pas de deux suelen ser un momento culminante dentro de las obras clásicas. En ellos los bailarines exhiben sus mejores cualidades, pero también, si los hubiere, sus defectos. Por eso son objeto generalmente de un trabajo cuidadoso por parte de bailarines, ensayadores y coreógrafos.

Su autoridad en la danza cubana es incuestionable; sin embargo, hoy en día son muchos los bailarines y bailarinas de la isla que trabajan fuera de ella. ¿Se debe a la política solamente o hay otras razones?

Creo que la política es lo que menos tiene que ver. El aspecto esencial es el económico. Nuestros bailarines son generalmente de un alto nivel, muy bien preparados, y por ello tienen mucha demanda. Les podemos ofrecer un repertorio excepcional, un rigor de trabajo, una dignidad artística. Les damos valores éticos y artísticos. Pero no podemos regatear, como en una subasta, cuando de ofertas económicas se trata. Algunos pretextan aventuras estéticas, experimentar con otros coreógrafos, etcétera. Pero la mayoría de las veces se van sin haber dominando antes lo que se les ofrece en casa, lo mucho que tienen aún que aprender. Creo que les falta generalmente una mística, un sentido histórico de su deber dentro de una tradición.

¿Qué ha visto que no viera antes en la coreografía y la música de los ballets con su progresiva pérdida de vista? ¿Cómo aborda ahora las coreografías y siente que todo es perfecto?

Quizás adquirí una mayor concentración para ahondar en detalles e intenciones. Creo coreografías en mi mente, y las dicto. He desarrollado una especie de intuición para detectar errores y aciertos.

Cuba y Estados Unidos normalizan relaciones. ¿Qué debe cambiar en Cuba? ¿Ha fracasado la Revolución?

Los cambios son necesarios en el mundo, para que todo sea mejor. Y no sólo en Cuba, que nadie ha pretendido afirmar que es el paraíso de las perfecciones. Y en cuanto al último aspecto, creo que más bien han fracasado los que trataron de destruir la Revolución.

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