En la otra orilla de la laguna Estigia también se declama, se interpreta música y hasta se danza con gracia. Como muestra, el especial programa de actos que el Ayuntamiento capitalino ha confeccionado para el sábado 31, Noche de finados, en la plazas de Stagno y Santa Ana, multidisciplinar homenaje a esa "reina misteriosa de la eterna quietud", como la apostrofó el poeta Emilio Carrere.

Música para una noche de ánimas se intitula el concierto que la Orquesta del Atlántico, dirigida por Isabel Costes, ofrecerá en la trasera del teatro Pérez Galdós a partir de las 20.00 horas, con seis composiciones que tantean ese destino último de polvo y sombra. Maurice Ravel aporta dos piezas, Pavana para una infanta difunta y Le tombeau de Couperin. A ellas se suman la Marcha fúnebre de Beethoven, segundo movimiento de su Heroica; la Marcha al cadalso, cuarto movimiento de la Sinfonía fantástica de Berlioz; El aprendiz de brujo de Paul Dukas, y la Danza macabra de Camille Saint-Saëns, célebre por la utilización del xilófono para evocar el sonido que produce el entrechocar de los huesos de los muertos. Ayer, en la presentación de la velada, Costes definió el programa seleccionado como "difícil y con mucha calidad, pero también salimos a la calle para acercarnos al público".

El concierto al aire libre es, en realidad, un espectáculo que amalgama música, danza y video mapping -creación a partir de la proyección de imágenes-. Bajo la dirección escénica de Mingo Ruano estarán Lili Quintana como maestra de ceremonias, los bailarines Elena Son y Daniel Hernández, así como el artista de vídeo Simone Marín. El texto del espectáculo está basado en extractos de la ópera mozartiana Don Giovanni y El monte de las ánimas, leyenda soriana de Gustavo Adoldo Bécquer. Ruano explicó que se trata de unir "teatro, danza y música," para ofrecer una "visión de la muerte más allá de esa visión negra que se tiene". Añadió que "no es usual sacar a la calle proyectos de estas dimensiones".

A las 22.00 horas, dará comienzo en la plaza de Santa Ana la representación al aire libre del Don Juan Tenorio de Zorrilla, un espectáculo que, para su director, Jorge Reyes, "respira clasicismo". La versión que se ofrecerá está concebida "tanto para el disfrute de los transeúntes, como para los espectadores e intérpretes". La iniciativa tiene un coste total de 54.000 euros.