El festival ha encontrado en los jóvenes y los niños al sector más entusiasta y receptivo a su propuesta. No extraña, pues, que los menores de entre 6 y 12 años merezcan un programa de actos especialmente dirigido a ellos, con animaciones y juegos protagonizados por sus personajes favoritos, como Doraemon. Son precisamente los jóvenes quienes han sabido hacer del certamen un punto de encuentro para compartir la afición al manga, pero también la ciencia ficción, la fantasía, la lectura, la cultura, la gastronomía y los videojuegos de ambientación japonesa. La cita ha ido ampliando su público hasta doblar las iniciales cifras, correspondientes al año 2010. Si entonces pasaron 4.000 personas por los salones de Infecar durante el fin de semana que duró el festivaal, el año pasado la cifra ascendía a 10.000 visitantes, una progresión que sus responsables quieren ver confirmada en la presente edición. LA PROVINCIA