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El genio de Lou Reed regresa con "un puñetazo en el estómago" desde 'Berlín'

El Teatro Cuyás acoge un tributo al artista a través de una interpretación de su tercer disco en solitario - Nathiel Poza y Pablo Derqui protagonizan esta obra

El genio de Lou Reed regresa con "un puñetazo en el estómago" desde 'Berlín'

La noche antes del estreno de la obra en el Teatro Romea de Barcelona, el fantasma de Lou Reed se coló en el sueño de Nathalie Poza. "¿De verdad quieres cantar mis canciones?", preguntó el genio de Brooklyn. "Pues hazlo con el corazón", le espetó. Al día siguiente nació Desde Berlín. Tributo a Lou Reed una interpretación de las canciones del álbum discográfico Berlín, que este viernes y sábado (20.30 horas) representan Poza y Pablo Derqui en el Teatro Cuyás.

La actriz madrileña (cofundadora de la compañía Animalario) se declaró "fan absoluta" de Lou Reed y explicó que este homenaje surge de la figura de Borja Sitjà, director del Romea e íntimo amigo del artista neoyorquino. "En mi caso existía un deseo profundo que no me atrevía a verbalizar, pero nos cruzamos en el momento de la muerte de Lou Reed (27 de octubre de 2013) y nos pusimos de acuerdo para sacar este proyecto adelante", explicó esta intérprete, con una amplio repertorio de títulos en cine, teatro y televisión.

Berlín fue el título elegido por ambos entre la vasta obra de Lou Reed, al ofrecer la historia de amor dos personajes. El director Andrés Lima (responsable de Urtain) contactó con tres dramaturgos de estilos y generaciones diferentes, como son Juan Villoro, Juan Cavestany y Pau Miró. Estos jamás cruzaron una palabra, remitieron sus textos y Lima "hizo lo que le dio la gana, como hace siempre", según apuntó Poza. Además, el proyecto recibió carta blanca por parte de Laurie Andersson, esposa del artista, para utilizar el material sonoro.

El resultado es una obra de una hora y cuarto de duración que escenifica los diez títulos del disco Berlín, con tres añadidos: Heroine,Vanishing Act y Perfect Day. Esta última es interpretada por la voz de Antony Hegarty, de Antony and the Jonhsons. La mayoría de temas son versiones de Jaume Manresa para este formato y los dos actores cantan, en castellano, acompañandose de guitarra y piano. El mobiliario es sencillo. Tan solo una cama. El resto, es complejo: un descenso retorcido y oscuro, a los infiernos de una época dominada por las drogas, a través de la historia de amor masoquista entre Jim, proxeneta y yonqui, y Caroline, una politoxicómana que vende sexo para pagar sus vicios.

"Son dos personajes que viven al extremo y se dejan llevar impulsivamente sin pensar en las consecuencias", analizó Poza. "Es el espíritu del rock", proclamó la actriz. Pero no se trata de un argumento estrictamente racional o lineal sino que son flashes aparentemente caóticos de la vida de estos, "como un collage emocional que te llega al estómago", apuntó Derqui.

Porque, "Lou Reed es un puñetazo en el estómago, que no te da tregua", valoró su partenaire. El material original dispone una tragedia explosiva con la que el autor quiso romper con el éxito comercial de Transformer. "Se propuso hacer el disco más triste de la historia", analizó la actriz, para ofrecer un repertorio de canciones que son tragos difíciles de digerir sobre estos perdedores en un Berlín casi infernal.

"Pero la obra no es solo destrucción y drogas. Habla de las luces y sombras de una relación amorosa adictiva", explicó Derqui, actor catalán (Los ojos de Julia), que viaja con una púa de guitarra de Lou Reed que le regaló Borja Sitjá.

Los protagonistas de Desde Berlín reconocen que la obra es dura e implica un desgaste emocional. "Y o siento vértigo cada vez que llego al teatro", aseguró Poza. Pero al mismo tiempo defienden que es hermosa y poética. "Por encima de todo es un placer", coincidieron y señalaron su pena al encontrarse ante las dos últimas funciones de la gira. "Se nos ha llegado a levantar gente de sus butacas dándonos las gracias a gritos. Incluso una señora en Barcelona nos gritó: despertad, porque le había devuelto a los años 80", apuntó Nathalie Poza.

Por su parte, Gonzalo Ubani, responsable de programación del Teatro Cuyás recordó que en el momento de su publicación, en 1973, el disco resultó un fiasco para la crítica pero el tiempo lo ha situado como una de sus obras maestras. Ubani advirtió que quizá el formato no sea el más reconocible por una parte del público habitual del teatro pero apeló a la confianza acumulada para asegurar que no van a salir defraudados. "Es una auténtica joya", concluyó.

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