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"El lenguaje de los medios contamina la literatura y el pensamiento"

"Veo demasiada sumisión y poca profundidad en las publicaciones literarias recientes", señala Jorge Rodríguez Padrón, crítico literario

El crítico literario grancanario Jorge Rodríguez Padrón. LA PROVINCIA / DLP

Dice que lee "a quienes se preguntan por el estado actual de la poesía española casi con más interés que a los poetas". ¿Cómo percibe el papel del crítico hoy?

Creo que la función del crítico consiste, sobre todo, en abrir caminos, y jamás en confirmar lo que hay sólo porque sea eso lo que hay en ese momento. El crítico es quien dilucida si un tipo de literatura es lo procedente o si hay que ver las cosas de otra manera. Por lo tanto, su papel sólo tiene sentido si se manifiesta más allá de lo que está sucediendo. El problema es que ahora, tanto en la poesía como en la literatura en general, no se dan muchas posibilidades o esperanzas de abrir caminos. La literatura se está reduciendo mucho a temas y enfoques muy simples y muy superficiales, donde no hay ni reflexión ni profundidad de pensamiento. El panorama en la literatura no es, en general, muy alentador.

¿Cree que faltan voces y lenguajes propios en la literatura española contemporánea?

Totalmente. Lo que sucede en la literatura es que se ha unido y mezclado con una forma de lenguaje políticamente correcta y, también, literariamente correcta, sin atreverse a expresarse de otra manera, que es lo que tendría que hacer.

¿Alguna excepción?

Las hay, naturalmente, pero yo no me lo he leído todo. Aunque existen autores que tienen las ideas claras, lo que habitualmente se presenta y se publica se sale poco de estos cánones de corrección. Me refiero a publicaciones recientes, actuales, donde veo demasiada sumisión y poca profundidad.

¿A qué atribuye ese encorsetamiento o perversión de la naturaleza de la literatura?

Creo que el problema de la literatura hoy es el problema de la sociedad en la que vivimos. Esta es una sociedad marcada por los medios de comunicación y la publicidad, que es totalmente lo contrario, por principios, a la literatura.

Si el principio original de la literatura es el lenguaje, ¿los medios amenazan con contaminar la esencia de la literatura?

Sí, porque el lenguaje de la información es un lenguaje repetitivo, que tiene urgencia y que utiliza fórmulas muy limitadas que, además, son siempre las mismas. Y eso está contaminando toda la literatura porque está contaminando también todo el pensamiento. Este análisis requiere más detenimiento pero tiene que ver, a grandes rasgos, con un mal entendido concepto de una denominada "democracia", que no ha sido asimilada perfectamente, porque la posibilidad de que cualquiera pueda escribir no es razón para que haya tanta literatura. El problema es complejo, pero podría resumirse en que la literatura se ha acomodado al lenguaje habitual y cotidiano. Apenas mira con otros ojos, apenas mira con profundidad y, por tanto, está sometida a esas fórmulas de lenguaje que, al final, no dicen nada. Por eso, creo que los escritores que aún tienen algo que decir son los que no se han contaminado de esa situación o que están escribiendo en contra de esa situación.

Alguna vez ha dicho que "la poesía es el modo más idóneo para afirmar una manera de ser". ¿También el lenguaje poético atraviesa este anquilosamiento?

El lenguaje de la poesía es el más atrevido de todos y el que menos complaciente debe ser, porque mira el mundo de otra manera y le da vueltas a las cosas, pero sin confirmar nada. Por eso, la poesía desarrolla un lenguaje más vivo, más orgánico y menos frío y calculador, porque está relacionado con los sentimientos y el pensamiento, y eso se transmite en la escritura, que debe tener también esa palpitación y esa respiración que se corresponde con el lenguaje de verdad. La narrativa, al contrario, se apoya en un discurso o una historia que hay que desarrollar, mientras que la poesía es un lenguaje sincopado, que siempre está volviendo las cosas del revés. Bajo esta prisma, creo que algunos poetas de mi generación siguen planteando algunas cosas con profundidad.

Uno de sus últimas aventuras ha sido el ensayo político, pero desde un lenguaje poético.

Volvemos al principio de todo, y es que hay que hablar de política no políticamente, sino desde una visión política del mundo. Hablar de política no es defender a un partido u otro, o ser más de derechas o de izquierdas; se trata de leer, pensar y observar el desarrollo de la política para abordarlo desde un lenguaje literario o poético. Esto es lo que he hecho en mi última publicación, Algunos ensayos de más, donde recojo cinco ensayos que dan cuenta de esta perspectiva.

Con todo, ¿cuál es el vínculo entre Padorno, Chirino y Manolo, que expondrá mañana en Una mirada, tres textos

Mi conferencia será una lectura de tres textos que escribieron los tres autores, relacionados con lo que ellos estaban haciendo; en el caso de Padorno, la poesía; en el caso de Chirino, su obra particular; y en el caso de Millares, la literatura. La he denominado así porque reúne las tres maneras que tienen los autores de plantear una nueva forma de percibir el mundo, el arte y la poesía.

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