El grabado, esa huella en el papel que desvela una intención artística, es el protagonista absoluto de una nueva exposición en el Cicca, que recorre sus itinerarios desde el siglo XVI hasta hoy, jalonados por nombres cardinales como Goya o Picasso. Más de 120 obras realizadas por 86 artistas conforman este amplio panorama, verdadera suma y muestra de las amplias posibilidades de una técnica que ha seducido a creadores de distintos periodos y estéticas.

El Grabado: ¿Una cuestión de papel? Estampas y obra gráfica en Canarias es el nombre de esta muestra que quedará inaugurada el jueves, comisariada por Antonio Martín, supone un "salto cualitativo con relación al trabajo de los últimos años", tal y como reconoció ayer Blas Trujillo, presidente de la Fundación la Caja de Canarias, quien añadió que la exposición tiene su origen en los fondos de la propia fundación, si bien se ha ido enriqueciendo con obras procedentes de otros espacios expositivos, así como de coleccionistas privados, que han colaborado en el proyecto.

La nómina de artistas representados en la selección de obras es apabullante. Rembrandt, Goya, Doré, Bacon, Picasso, Eduardo Chillida, Mallet, König, Ackermann, Saura, Semperé, Barceló y Bry son algunas de las figuras señeras, a las que hay que añadir una nutrida representación de artistas canarios, con Óscar Domínguez, Lola Massieu, Pepe Dámaso y César Manrique entre ellos.

Martín coincidió con Trujillo en la relevancia de la iniciativa, a su juicio la exposición, "más importante del año no solo por volumen de obras sino por la calidad de las mismas". Aseguró que la muestra "enseña y predica", en relación al relieve pedagógico que le han conferido sus responsables, procurando programar a su alrededor actividades que enriquezcan y faciliten la interpretación del recorrido expositivo, Así, habrá conferencias y una mesa redonda con especialistas en esta disciplina artística.

También estuvo ayer en la presentación de la exposición Federico Navarro, director territorial de Bankia, la otra gran colaboradora de esta iniciativa. En su opinión la exposición de grabados "puede significar un antes y un después y abrir un nuevo frente de colaboración" entre su entidad y la Fundación La Caja de Canarias.

El grabado siempre ha estado oculto tras otras manifestaciones artísticas visuales y poco a poco ha encontrado su propio lenguaje y reconocimiento. La exposición pretende crear unas serie de condiciones idóneas para que se produzca un diálogo entre las piezas mediante un montaje personal. El visitante se deja llevar por las sugerencias, similitudes e inspiraciones comunes, más o menos reflejadas, que se le proponen en l itinerario expositivo.