Es uno de los estrenos más esperados de los últimos años. Legiones de fans en todo el mundo aguardan con ansiedad el desembarco en las salas de Star Wars: El despertar de la Fuerza, el séptimo episodio de la saga con la que George Lucas revolucionó el negocio del cine hace casi cuatro décadas.

Tras el preestreno el lunes en Los Ángeles de The Force Awakens para un puñado de privilegiados, el estreno mundial será el 18 de diciembre. Sólo en España se han despachado más de 290.000 entradas en preventa y se espera que el filme llegue a unas 1.300 pantallas.

El encargado de asumir el reto de acercar el universo Star Wars a una nueva generación, sin decepcionar a los ya fieles, y sentar las bases de una nueva trilogía es J. J. Abrams. Su deseo de recuperar el espíritu de la trilogía original quedó patente desde el momento en que fichó como coguionista a Lawrence Kasdan, coautor de los libretos de El imperio contraataca y El retorno del Jedi. Y también es visible en los tráileres, con una estética polvorienta y escenarios y actores reales, lejos del abuso de efectos especiales que desilusionaron a muchos en los episodios estrenados entre 1999 y 2005.

Rodada en Abu Dabi en 2014, El despertar de la fuerza es la primera entrega de Star Wars desde que Lucasfilm es parte de Disney. Pero algunas tradiciones no cambian, como el máximo esfuerzo desplegado para que no trasciendan detalles del guión antes del estreno.

Hasta tal punto ha sido así, que los periodistas de Los Ángeles han entrevistado a los protagonistas sin haber visto el filme, en contra de lo que es habitual. Todo esto no ha impedido que los fanáticos elaboren teorías analizando cada tráiler, plano a plano. En el nuevo relato, los herederos del lado oscuro forman la Primera Orden, que aspira a volver a los tiempos imperiales. El reparto es una mezcla de veteranos, incluidos Harrison Ford, Mark Hamill, Carrie Fisher y Chewbacca, y nuevos fichajes, como Rey (Daisy Ridley) y Finn (John Boyega).

En el preestreno mundial, Star Wars desplegó toda su Fuerza en Hollywood con una multitudinaria alfombra roja por donde desfilaron todas sus estrellas, deseosas de compartir con el público las sorpresas que encierra la séptima entrega de la saga.

"En los 70 nadie tenía ni idea de qué iba a ocurrir cuando empezamos a rodar la primera película", rememoró Harrison Ford a su llegada al evento. "Ahora hay que vivir con las altísimas expectativas que esta película despierta. Es una locura, pero yo sólo trabajo aquí", dijo con el mismo sarcasmo que emplea su personaje, Han Solo, el vaquero espacial que regresa a una galaxia "muy, muy lejana" acompañado de nuevo por Mark Hamill (Luke Skywalker) y Carrie Fisher (Leia).

Hamill jugó al despiste y no quiso aclarar por qué su personaje no aparece en ninguno de los avances ni en los carteles de la película, mientras que Fisher llegó orgullosamente acompañada por su hija, Billie Lourd. Por su parte, J. J. Abrams, el director del filme, admitió que el ambiente por el estreno era "surrealista" y que "nunca" había experimentado nada similar. "Es una locura. He de admitir que me siento ligeramente culpable. Han pasado tres años desde que nos pusimos a crear esta película, pero el tiempo ha pasado demasiado rápido".