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Entrevista

Sebastián Gil: "En Japón se dan facilidades para el acercamiento entre público y artista"

"Las clases magistrales nos permitieron descubrir el gran amor por la música que hay en otros países", destaca el trompetista y profesor de Trompeta en el Conservatorio Superior de Música

El músico y profesor grancanario Sebastián Gil. YAIZA SOCORRO

El músico grancanario Sebastián Gil ha participado este año en una gran gira internacional por Alemania y Japón como parte de la banda Ten of The Best, una iniciativa que reúne a 10 de los trompetistas más destacados del mundo. Una vez de regreso, la Gran Canaria Big Band celebra bajo su dirección su esperado Concierto de Navidad en el teatro Cuyás, esta noche y mañana, con un homenaje a Frank Sinatra y Ella Fitzgerald, con los cantantes Fasur Rodríguez y Esther Alfonso da Costa.

¿Cómo ha vivido esta gira internacional como parte de la banda Ten of The Best?

Este grupo se reúne unas cuantas veces al año con el objetivo de seleccionar a trompetistas de diversas nacionalidades para una gira internacional que, en esta ocasión, se ha hecho entre Alemania y Japón entre finales de noviembre y comienzos de diciembre. La selección siempre reúne a músicos de diferentes estilos, desde unos más jazzistas a otros algo más clásicos, para así poder darle al concierto un margen muy amplio de audiencia. Entre los participantes de este año hubo trompetistas reconocidos como, por ejemplo, el neoyorquino Frank Green, el mexicano Armando Cedillo y el austriaco Alfred Gaal, que además es solista de la Wiener Staatsoper. En general, todos eran trompetistas bastante reconocidos, entre los que tuve la suerte de estar y de poder participar en esta experiencia junto a todos ellos.

¿Qué escenarios recorrieron durante la gira?

La gira comenzó en el Gewandhaus de Leipzig, considerado un templo en Alemania, y luego, desde ahí, pasamos a Eisenach. Ambos son sitios que están muy relacionados con Johan Sebastian Bach, quien nació en este último y murió en Leipzig. Por eso, había mucha música de Bach en el repertorio que interpretamos. Luego, nos trasladamos hasta el Sapporo Concert Hall Kitara, en el norte de Japón, y pasamos por Osaka, Nagoya, Yamagata y Tokio, que son las ciudades más importantes del país. En definitiva, la gira fue un gran trajín de aviones y de trenes, pero que se tradujo también en muchos auditorios llenos y en una gran experiencia.

¿Cómo percibió el interés y nivel del alumnado durante las clases magistrales que impartió en Japón?

Efectivamente, la gira incluía impartir algunas masterclass en diversas universidades de Japón, como la Kunitachi College of Music de Tokio, que nos permitie- ron, sobre todo, descubrir el amor por la música que existe en este país. Los conciertos tuvieron una afluecia increíble, porque en Japón la música clásica o, como en este caso, cercana a lo clásico, gusta mucho.

¿Y en Japón, en general?

Pues, en general, los japoneses son muy metódicos, muy ordenados y muy organizados. Una vez que llegamos al aeropuerto, ya nos esperaban unas personas que nos llevarían a todos los lugares y que nos harían de enlace con todos los auditorios y las universidades. Un aspecto muy curioso es que, en el contrato que firmamos, se indica que al término de cada concierto disponemos de 10 minutos para recoger e, inmediatamente, acudir al hall a firmar autógrafos. Entonces, resultaban sorprendentes las colas y colas de personas al final de cada actuación con gente esperando a que la atiendas. En general, esto es algo que en Japón tienen muy medido para mantener feliz al público que asiste y que éste pueda tener siempre un acercamiento al artista. Eso me parece positivo, porque compartes directamente con el público su interés. Mucha gente me preguntaba de dónde venía o cuál era mi marca de trompeta, y había que atenderlos con un traductor al lado. Pero me parece positivo porque, a menudo, uno se queda con ganas de conocer al artista de una manera más cercana y no puede, mientras que allí se te da esa facilidad. Además, el propio contrato lo estipula.

¿Diría que es mayor el amor por ese tipo de música con respecto a España o, en concreto, Canarias?

Creo que hay amor por la música en todos los lugares y, por supuesto, también en Canarias, pero tal vez en Japón se respete de otra forma. Además, sucede que en muchos países, como el nuestro, el público suele ser muy mayor, mientras que allí el público joven asiste a los conciertos de perfil clásico o de jazz, porque en muchos países se inculca y se educa en estos gustos musicales desde la escuela o desde el hogar.

Entre sus proyectos en cartera, ultima su tercer álbum discográfico y su tesis doctoral. ¿Algún reto más para 2016?

Pues sí, ¡no es poco! El próximo 18 de marzo defiendo mi tesis doctoral en la ULPGC, que he denominado Repertorio para trompeta y órgano de compositores españoles, que, menos mal, ya está terminada. Luego, tengo un disco en proyecto con el sello norteamericano Summit Records, que espero tener terminado también a finales de este año. Este disco va a girar alrededor de un instrumento que amo y con el que fueron mis comienzos, que es el fliscorno. Y, por último, empezaremos a preparar la nueva edición del Festival Internacional de Trompeta en Maspalomas, que se celebra en junio, pero que empezamos a lanzar desde enero.

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