La editorial Visor publica Al cúmulo de octubre, antología poética de Andrés Sánchez Robayna (Gran Canaria, 1953) que traza una amplia retrospectiva de su producción, desde el inicial Día de aire (1970) hasta versos fechados en el último lustro. La selección ha corrido a cargo del propio autor, que frontispicia los poemas con un prefacio del poeta y crítico francés Yves Bonnefoy.

Al cúmulo de octubre es, hasta el momento, la antología más completa de Sánchez Robayna, pues la anterior El espejo de tinta (Cátedra) se detenía en el año 2010. Las tres etapas fundamentales en las que, según ha periodizado la crítica, cabe segmentar su trayectoria, están ampliamente representadas en el tomo de Visor, con calas en los distintos poemarios que jalonan cada época.

Una primera, que alcanzaría aproximadamente hasta el año 1985, abarca libros como Clima, Tinta y La roca, y en ella se han señalado la experimentación verbal y el vanguardismo como marcas que permiten una caracterización.

Palmas sobre la losa fría (1989) abriría un segundo momento creador, en el que la certeza del acabamiento, la conciencia de la temporalidad abren el poema a la entrada del yo. "No es la presencia de la muerte la que condiciona la presencia de una melodía que va haciéndose elegíaca en la lírica de Sánchez Robayna, pues, probablemente, dicho tono elegíaco ha estado presente en sus versos casi desde el comienzo; es la adivinación del límite, la verbalización de su existencia, lo que se hace explícito en Palmas sobre la losa fría", escribió José Francisco Ruiz Casanova a propósito de este poemario fundamental en la evolución del poeta canario. Otros libros que formarían parte de esta segundo trayecto son Fuego blanco, Sobre una piedra extrema e Inscripciones.

El libro, tras la duna (2002), largo poema constituido por 77 fragmentos, es la decantación última de una poética que ha ido gestándose desde los primeros ejemplos de escritura lírica de Sánchez Robayna. Con él se abre una nueva etapa, ya inserta en este siglo, marcada por lo rememorativo y con alguna incursión en registros como el del poema comprometido que es Madrid, para una elegía. motivado por el trágico atentado de atocha del 11 de marzo de 2004. Es la etapa también de la colaboración con distintos pintores, caso de Antoni Tàpies, José Manuel Broto y José Manuel Sicilia. La sombra de la apariencia recoge todos estos poemas pertenecientes a los años 2002-2010. Cinco composiciones integran Nuevos poemas (2010-2015), con un sentido homenaje al vate Manuel González Sosa.