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La música de autor reclama su espacio

La II Feria de Autores Canarios establece en San Telmo un espacio de encuentro entre el público y el artista canario - Un punto de venta complementa los directos

Miguel Noda (dcha.) atiende a varios clientes en el punto de venta de la Feria de Autores Canarios en San Telmo. Y. SOCORRO

La industria discográfica canaria vive sumida en una triple crisis desde el año 2006. Las descargas ilegales, la insularidad y la recesión económica han condenado a una generación de músicos a la precariedad. Para combatir estas dificultades, la II Feria de Autores Canarios se ha instalado -desde el día 3 de diciembre hasta hoy- en el Parque San Telmo de Las Palmas de Gran Canaria para reclamar su espacio y servir un punto de encuentro comercial con su público.

La muestra de discos de la II Feria de Autores es una iniciativa de la Sociedad General de Autores (SGAE) con la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) y Noda Records. La propuesta, que se integra en la oferta de la Feria Insular de Artesanía con un programa de actuaciones de cantautores canarios, pretende abordar la doble dificultad que el artista local encuentra en el mercado y en la escena musical, con la ausencia de puntos de venta y actuaciones en directo.

Por este motivo, el proyecto de la SGAE en San Telmo parte de una premisa simple y fiable para contrarrestar estas dificultades. Lo hace bajo la máxima de que los discos se venden más cuando el público tiene la oportunidad de escuchar al artista en directo. La tienda, de esta manera, se ubica bajo el escenario y el artistas, tras actuar, tiene la oportunidad de dialogar con su público, en este caso en el espacio entre el Belén y las camas elásticas.

Esta experiencia se realizó entre el 28 y el 30 de diciembre en Santa Cruz de Tenerife con una valoración positiva por ser la primera edición, según expresó Cristina del Río, directora de zona de la SGAE. El proyecto en Gran Canaria ha vivido un cambio de ubicación para dejar Triana y tomar el escenario del Kiosco de San Telmo. Además, el diez por ciento de las ventas se destinarán a Acnur, la agencia de la ONU para la atención de los refugiados sirios. Pero, Del Río lamenta una caída importante de los ingresos en esta edición, al existir un desajuste "cada vez mayor" entre el producto y los hábitos de compra.

Los datos indican que no hay salida de la crisis para el músico y creador. Según el Anuario 2015 de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales, que elabora la SGAE, Canarias acumuló en 2014 el 1,1% del total de la actuaciones en vivo de España (1.064). Esta cifra representa un descenso de un 7,1% respecto al año anterior. En el ámbito de lo palpable, el responsable de distribución de Noda Records, Miguel Noda, asegura que la venta de discos no levanta cabeza desde el año 2006. La mayoría de sus clientes son personas mayores de 45 años cuyos gustos se centran en la música folclórica, las parrandas y las orquestas. El volumen de ventas es muy bajo y si en 2006 Noda Records distribuía a 25 establecimientos en Canarias, ahora lo hace solo con cuatro. Además, Miguel Noda informa que dos de éstas cuatro están muy cerca del cierre. Tan solo quedan, según apunta, espacios menguantes en los establecimientos en los que el muestrario de discos cede terreno a otros cómics, libros y otros productos.

Precariedad

La directora de zona de la SGAE señala que el público de los grupos nuevos no compra el formato CD y la comercialización por internet no genera ingresos para el artista. Por este motivo, existe una generación de músicos precarios y que dependen de un segundo trabajo para subsistir. "Existe una enorme dificultad para que los nuevos talentos puedan salir adelante y vivir de lo que crean", señala Del Río.

El programa de la Feria de Autores, con el objetivo de establecer un punto de encuentro comercial entre artistas y público, incluye a nuevos valores como músicos de largo recorrido. En esta edición, la muestra ha incluido a grupos de Tenerife y bandas de fusión entre el folclore, el jazz o la música electrónica. Destacan actuaciones como la de Vientos From Suburbia, la banda de Julio Pacheco con sonido Nueva Orleans, el timple de Germán López o Viltown. "La calidad es muy grande pero el mercado nacional es inalcanzable y el local está muy segmentado por islas", analiza Del Río, que observa un circulo que atrapa a los noveles en sus primeros pasos. Estos se ven obligados a realizar una inversión para tener un soporte físico que mostrar en salas y radios pero este esfuerzo no se traduce en un retorno económico. Las únicas ventas se producen al finalizar un concierto, pero estos no se programan al no ser artistas conocidos. Por lo tanto, es el propio autor el que tiene que ejercer primero de promotor y después de comercial para vender sus discos. Al final los gastos del concierto no se recuperan ni en taquilla ni con las ventas discográficas.

Este entramado ha dado una generación de músicos efímeros y que depende de un segundo trabajo. "Los pocos que se mantiene lo hacen en unas condiciones de mucha precariedad", apunta del Río y que añade que muchos no solo son grandes músicos sino que se trata de artistas conocidos por gran parte de la sociedad.

Según del Río, todos los organismos oficiales recogen la prioridad de dar a conocer a los artistas canarios fuera de las Islas, pero a la hora de la verdad ni siquiera existe una programación estable en el Archipiélago. "Se han creado muchas infraestructuras culturales, que está bien, pero son como hospitales sin médicos", señala y además echa en falta una oferta de menor coste.

La fotografía actual de este sector es negativo. "Se ha perdido mucho en los últimos años, no solo para el artista sino en una industria que incluye una amplia variedad de profesionales técnicos", señala Del Río que asegura que la SGAE cifra en 3.000 los puestos de trabajo estables que se podrían crear en Canarias si los empresarios hoteleros programaran espectáculos con artistas locales en sus establecimientos. A pesar del panorama, la directora de zona de la SGAE ve algunos motivos para el optimismo.

"Estamos viendo un punto de inflexión en el 2015 con una leve mejoría, pero esto se ha producido por el esfuerzo de los músicos en mantener su actividad con una bajada importante de sus ingresos. Viven con muchas dificultades", lamenta.

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