David Bowie fallecía este domingo a los 69 años y conjugó magistralmente talento, gancho comercial y ambigüedad para influir a generaciones de artistas con un inigualable estilo que jamás dejó de reinventar. Provocador, enigmático e innovador, el británico David Robert Jones construyó una de las carreras más veneradas e imitadas de la caprichosa industria del espectáculo, que le aupó en vida al pedestal de las leyendas de la música. Referente imprescindible de la cultura glam y un virtuoso en la puesta en escena, entre sus múltiples habilidades destacaron sus facetas como actor, productor discográfico o arreglista pero también fue venerado como icono de la moda por su tendencia a provocar con sus atuendos, a jugar con su imagen e reinventarse a cada paso.

Dentro de la música popular, Bowie consiguió apuntalarse como una de las figuras de mayor relevancia durante más de cinco décadas. Durante los 70, la profundidad intelectual de su trabajo, su particular voz y la originalidad de la que impregnaba a todos sus proyectos le convirtió en uno de los maestros del glam rock.

Autor de elogiados álbumes como Heroes (1977), Lodger (1979) o Scary Monsters (1980), el artista de Brixton (Londres), afincado en Nueva York durante años, llegó a lo más alto de esta industria el 6 de junio de 1972 con The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spider From Mars. Ese venerado disco, en el que relata la inverosímil historia del personaje Ziggy Stardust, un extraterrestre bisexual y andrógino reconvertido a estrella del rock, aunó dos de las obsesiones del cantante: el teatro japonés kabuki y la ciencia ficción.

Pero ese excéntrico personaje fue tan solo una de las muchas y variopintas personalidades que adoptó a lo largo de su carrera, como los otros álter ego de su cosecha creativa: Aladdin Sane o el Duque Blanco. Una reinvención incombustible que le permitió coquetear con facetas diferentes durante su prolífica trayectoria.

En 1975, llegaría su primer éxito en Estados Unidos de la mano de su sencillo Fame, un tema que coescribió con John Lennon, así como gracias a su disco Young Americans. Sus experimentos innovadores y sus tendencias transgresoras ya no cesarían. Tras ello, llegaría el minimalista Low (1977), la primera de tres colaboraciones con Brian Eno, conocidos como trilogía de Berlín, que entraron en el Top 5 británico.

Más tarde, se situó en lo más alto de las listas de éxitos de su país con el pegadizo Ashes to Ashes, del álbum Scary Monsters (and Super Creeps); colaboró con Queen en el exitoso Under Pressure y volvió a triunfar en 1983 con Let's Dance.

Tras diez largos años de mutismo, Bowie resucitó en 2013 a los 66 años con el lanzamiento de The Next Day, un disco producido por el veterano Tony Viscontti, su hombre de confianza, que enamoró a la crítica con típicos elementos bowinianos. Y un año después sacó al mercado la antología Nothing Has Changed, con la que celebraba su medio siglo de carrera. Su último álbum fue Blackstar, puesto a la venta el pasado viernes, coincidiendo con su 69 cumpleaños.

Grandes figuras de la música lloraron ayer la muerte de Bowie con mensajes llenos de cariño y admiración. A través de las redes sociales, Mick Jagger confesó que Bowie "siempre fue una inspiración" para él y alguien cien por cien "original", "maravillosamente desvergonzado en su trabajo y un buen amigo". Paul McCartney también se deshizo en alabanzas hacia el cantante de Brixton (sur de Londres), de quien apuntó que ha desempeñado "un papel muy importante en la historia de la música británica".

Desde las filas de Queen, el batería Roger Taylor, describió al artista de imagen andrógina como "el hombre más listo y más interesantemente brillante de nuestro tiempo". El exguitarrista de Led Zeppelin Jimmy Page aludió al cantante británico fallecido como la persona que "cambió el rostro de la música popular", lo que le hará ser "muy añorado". Los miembros del grupo británico Pet Shop Boys expresaron también a través de su cuenta oficial en la red social su "gratitud y respeto" hacia el músico y actor. "Todos somos hijos de Bowie. Él inspiró y cambió nuestras vidas", dijeron.

Más allá del Reino Unido, el cantante estadounidense Iggy Pop afirmó que la amistad entre él y el londinense era "la luz" de su vida: "Nunca conocí a nadie tan brillante. Era lo mejor que existe", aseguró.

Madonna, se declaraba "devastada" por la desaparición de un "gran" artista que cambió las reglas de la música, mientras que Yoko Ono expresó que el "talento" y el "intelecto" del músico David Bowie eran comparables a los de John Lennon, quien fuera su marido y amigo de Bowie.