David Bowie no se prodigó mucho en España y sus seguidores canarios tenían la dificultad añadida de cuadrar las fechas del viaje y lograr que un amigo de Madrid o Barcelona comprara la entrada. La oportunidad se presentó en el año 1996, en el primer festival Doctor Music, en el pueblo leridano de Escalarre, en el que el duque blanco fue cabeza de cartel junto a Blur, Lou Reed, Iggy Pop, Patti Smith y unos poco conocidos Massive Attack o Moby. Actuó el primer día, el viernes 12 de julio, y tenía reservadas dos horas tras la medianoche. Con más de 30 minutos de retraso, Bowie apareció ante las 26.000 almas que le esperaban ansiosas frente al escenario principal y arrancó con Look Back in Anger, para luego tocar cinco temas del disco de esa gira, 1. Outside, y recrear algunos de sus éxitos, como Aladdin Sane, The Man Who Sold the World, Telling Lies o la discotequera Under Pressure. El concierto solo despegó en la recta final con el tema Heroes, coreado a voz en grito hasta por el más tímido de los espectadores. Y tal como llegó al Pirineo, en helicóptero, se fue. Después, en la tienda de campaña, alguien durmió tranquilo bajo el cielo estrellado y exclamó: "Ya no me moriré sin ver a Bowie".