"Fue una mujer sorprendentemente moderna, incluso las feministas más radicales la habrían aplaudido. Como toda mujer del siglo XVI, a pesar de ser lo que el siglo XIX definiría como un genio, ella es consciente de esa inferioridad con respecto al varón que se estilaba en su tiempo y que a veces las cosas había que conseguirlas con más inteligencia que la lucha frontal, y se esfuerza por cultivar la humildad y la obediencia".

Palabras de la escritora, diplomática y traductora literaria Helena Cosano, en Vigo, durante una charla que cautivó al público por su brillo sobre Santa Teresa, la mujer de carne y hueso con sus virtudes, flaquezas y errores. Reciente su libro Teresa la mujer en La Esfera de los Libros, presentada y entrevistada por la periodista Iria Carregal, afirmó ya para empezar que sobre Teresa de Jesús "se ha escrito tanto que todos creen conocerla, pero pocas mujeres han sido tan víctimas de la historia como ella. Su figura se ha convertido en un personaje manipulado por el poder para servir distintas ideologías, interpretado, reinterpretado, malentendido, a veces incluso falsificado. Y en su tiempo estuvo siempre en el punto de mira, vigilada por la Inquisición, perseguida, calumniada...".

Su infancia fue un interrogante que su presentadora quiso despejar. "Ella la memoriza como feliz, pero a mí me cuesta creer que lo haya sido tanto, tuvo que ser dura. Temió mucho al infierno e incluso huyó con su hermano a tierra de moros en busca de martirio, aunque no pasó de las murallas de Ávila. Creo de todos modos que era coqueta, apegada un tiempo al mundo del parecer... aunque según sus muchos biógrafos, se deduce que nunca fue como las demás, que ya en su infancia destacaba, que era distinta, viva, inteligente, alegre, carismática, que nunca pasó desapercibida ni dejó indiferente a nadie y que, sin ser excesivamente hermosa, atraía enormemente".

¿De dónde su elección por el convento? Cosano afirmó que su padre la consideraba muy poco apta para monja por su salud delicada y la dureza de los conventos, pero... "lo que ella tenía claro era que no quería casarse y decidió servir a Dios. En gran parte, porque era mujer y buscaba libertad. Tal vez, en otra época, hubiera decidido curar leprosos en Calcuta, investigar la radiactividad, escribir una gran novela o dirigir una ONG o una poderosa multinacional, porque Teresa parecía capaz de todo y fue maestra de muchos oficios, y con una voluntad y una determinación como la suya, nada es imposible si se acepta pagar el precio".