La cantante británica Adele dejó ayer bien claro que no quiere que el precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump utilice una de sus populares canciones para promocionar su campaña electoral. El polémico empresario estadounidense, cuyo eslogan para promocionar su candidatura a la Casa Blanca es "Hagamos a EE UU grande de nuevo", utiliza como fondo la canción Rolling in the deep, perteneciente al segundo álbum, 21, de la exitosa solista londinense. "Adele no ha dado su permiso para que se use su música en ninguna campaña política", según confirmó ayer la portavoz de la cantante a medios británicos. No es la primera vez que Donald Trump tiene problemas al escoger la música de sus mítines políticos. El pasado año fue el cantante de Aerosmith, Steven Tyler, quien obligó al ejecutivo a dejar de utilizar su canción Dream on con fines políticos.