En el que puede considerarse su trabajo más abstracto, Alberto García-Alix (León, 1956) construye en la exposición Un horizonte falso una narración en la que realidad y ficción se entremezclan a través de la ambigüedad de la fotografía.

El relato de la muestra, hasta el 10 de abril en La Principal de Tabacalera, de Madrid, nació con motivo de su título, . "Me vino a la cabeza lo del 'horizonte falso' y a partir de ese momento me sentí encadenado durante más de tres años a construir una narrativa en torno a ese horizonte falso". En las más de ochenta imágenes que forman la exposición las personas tienen menos protagonismo. Animales, paisajes urbanos, naturalezas abstractas, retratos y autorretratos van tomando su espacio en un recorrido con "muchas reverberaciones".