La noche del pasado lunes la ceremonia de entrega de los premios Grammy, en Los Ángeles, tuvo un toque canario de la mano del compositor grancanario Rafael Esparza-Ruiz, que firma Disparo al corazón, uno de los éxitos del disco de Ricky Martin A quien quiera escuchar, que ganó en la categoría de Mejor Disco Pop Latino del Año. En su extensa carrera musical, Esparza-Ruiz ya cuenta con un Grammy como compositor con el grupo de música tejana La Mafia, que ganó en 2006.

"Lamentablemente los compositores no recibimos la estatuilla del Grammy tal y como hacen los artistas, ingenieros o productores del disco", explica Rafa desde su casa en Los Angeles. "A nosotros sólo nos dan un certificado que acredita que somos parte del premio. Sé que para mucha gente esto resultará un poco extraño, puesto que las canciones posiblemente sean la parte más importante de un disco. Es más, sin las canciones y sin los compositores no habría discos, ni Grammy's, ni industria de la grabación", añade este músico, productor y compositor criado en plena Playa Chica, en Las Palmas de Gran Canaria.

"La Academia de la Grabación, que es la que entrega los Premios Grammy, es una academia fundada por ingenieros y productores y en la que todavía los compositores no tenemos tanto peso", añade. "Seguramente en un futuro se arregle y, obviamente, si un compositor ha tenido el single del disco o incluso varios de los singles del disco galardonado, parecería justo que recibiera también el Grammy aunque a día de hoy no es así", lamenta.

El éxito del disco de Ricky Martin tampoco ha cogido desprevenido al equipo de A Quien Quiera Escuchar. "En los Grammy's Latinos no nos llevamos el premio a mejor canción pero ganamos en la votación popular que se hizo en la página web oficial de los galardones", concluye.

El cantante portorriqueño, por su parte, publicó ayer en su cuenta de twitter: "Hoy ganamos el Grammy por Mejor álbum pop latino. Le agradezco a todos los involucrados (en la producción) por compartir su magia en el estudio. Ustedes saben quiénes son. ¡Gracias!". Esos agradecimientos incluyen a nuestro canario.

Categorías latinas

En las categorías latinas, al triunfo de Ricky Martin hay que sumar a Pitbull (Dale) y Natalia Lafourcade (Hasta la raíz), que compartieron el galardón al mejor álbum latino de rock, alternativo o urbano. Asimismo, el panameño Rubén Blades recibió su octavo Grammy al conseguir el premio al mejor álbum de música tropical por Son de Panamá, Los Tigres del Norte obtuvieron su séptimo galardón al vencer en música regional mexicana con Realidades, y en mejor álbum de jazz latino resultó ganadora la pianista brasileña Eliane Elías por Made In Brazil.

La 58a edición de los premios Grammy celebrados en Los Ángeles tuvo como grandes protagonistas de la gala a un rapero vanguardista y rompedor y una superestrella del pop: pero Kendrick Lamar, con cinco galardones, y Taylor Swift, con tres incluyendo el de mejor disco del año por 1989, compartieron la gloria de los Grammy en 2016. Lamar obtuvo los reconocimientos al mejor disco de rap (To Pimp Up a Butterfly), mejor canción y actuación de rap (Alright), mejor colaboración de rap (These Walls) y mejor vídeo musical por Bad Blood con Taylor Swift.

Sin embargo, el galardón más cotizado, el de mejor álbum del año, fue a parar a Taylor Swift por 1989, que hizo triplete al vencer también en vídeo musical (Bad Blood) y mejor álbum de pop vocal. Tras la gala Swift acumula ya diez premios de la Academia de la Grabación en su trayectoria. En su discurso, Swift recordó que es la primera artista femenina que gana dos veces el Grammy a mejor álbum y dijo que "si te enfocas en el trabajo y no dejas que esa gente te desvíe, algún día llegarás a donde quieres ir, mirarás alrededor y sabrás que fuiste tú y la gente que amas los que te pusieron ahí. Y esa será la mejor sensación del mundo", añadió.

Otros triunfadores de la noche fueron la formación de soul-rock Alabama Shakes, que ganaron los premios a mejor álbum de música alternativa (Sound & Color), mejor canción roquera y mejor actuación de rock (Don't Wanna Fight). El inglés Ed Sheeran obtuvo dos gramófonos, entre ellos el premio a la mejor canción por Thinking Out Loud. También dos Grammy se llevaron Mark Ronson y Bruno Mars incluyendo el de mejor grabación por su pegadizo Uptown Funk.

Otros artistas que se llevaron a casa dos reconocimientos fueron Little Big Town, The Weeknd, D'Angelo, Jason Isbell y Chris Stapleton. Además, el premio a mejor nuevo artista fue para Meghan Trainor.

Por estilos, Muse fue el ganador del mejor disco de rock (Drones), The Weeknd se impuso en urban con Beauty Behind The Madness y D'Angelo triunfó con Black Messiah en R&B. Asimismo, Skrillex & Diplo consiguieron el Grammy al mejor álbum de electrónica (Skrillex & Diplo present Jack Ü) y Chris Stapleton se llevó el mejor disco de country por Traveller. Destacar que Tony Bennett consiguió su Grammy 18 al triunfar en la categoría de mejor disco de pop vocal tradicional.

El pistoletazo de salida de la ceremonia corrió a cargo de Taylor Swift, que fue la primera en subirse al escenario del Staples Center de Los Ángeles con una potente interpretación de Out Of The Woods. Andra Day con Ellie Goulding (Rise Up y Love Me Like You Do) precedieron el homenaje coral a Lionel Richie, que recibió el premio Persona del Año. Por su parte, Little Big Town interpretaron su balada Girl Crush antes de que Stevie Wonder cantara That's The Way Of The World para honrar a Maurice White, de Earth, Wind & Fire. Otro de los momentos destacados de una noche nostálgica tuvo el sello de Jackson Browne y The Eagles, que interpretaron Take It Easy en recuerdo de Glenn Frey.

Tras cuatro años de ausencia volvió a los Grammy Adele, que con un vestido rojo y acompañada al piano cantó con poderío All I Ask. También era muy esperada la actuación de Justin Bieber, que inició cantando Love Yourself antes de subir las revoluciones del estadio junto a Jack Ü (Where Are Ü Now). Pero todo quedó en poco cuando salió Lady Gaga que, con un juego de luces que dibujaba sobre su cara los mil y un rostros del camaleónico David Bowie, inició un espectáculo en el que enlazó canciones como Space Oddity, Changes y Heroes.

Por su parte, Chris Stapleton, Gary Clark Jr. y Bonnie Raitt rindieron homenaje a B.B. King, mientras que Alabama Shakes interpretaron su desgarradora Don't Wanna Fight. La noche se cerró con el heavy desbocado de Hollywood Vampires, con Alice Cooper y Johnny Depp tocando Ace of Spades para recordar a Lemmy de Motörhead, y el broche final correspondió a Pitbull y a la sorpresiva aparición de la colombiana Sofía Vergara como bailarina.