Las ruinas de la crisis y la catarsis del mar inspiran la muestra que inauguró ayer el fotógrafo Rafael Hierro (Las Palmas de Gran Canaria, 1954) en la planta baja de San Martín. El crítico de arte Octavio Zaya es el comisario de Rafael Hierro: Entre ruinas... Y el mar, que exhibe una selección de 40 fotografías de paisajes grancanarios en el marco de una serie expositiva coordinada por Omar-Pascual Castillo, anterior director del CAAM, con el objetivo de "dar visibilidad a los fotógrafos de Canarias".

"Soy hijo de fotógrafo y desde pequeño acompañé a mi padre en el laboratorio; desde entonces, siempre he vuelto a la fotografía", explica Hierro. La muestra se agrupa en tres series diferenciadas: Invernaderos, Construcciones y casas y Mar. El primer conjunto retrata las reverberaciones de la luz en los invernaderos de plataneras de Arucas, que alumbra "un lenguaje que entrelaza realidad, fotografía y pintura". "Eso no lo ha hecho nadie", afirma Zaya, quien evoca en las imágenes la pintura abstracta e informalista de Tàpies o de Millares.

La serie Construcciones y casas se origina y desarrolla entre la crisis, el abandono y la ruina. Zaya destaca en esta "estetización de la miseria" un cierto carácter político, porque el resultado "es producto de una crisis que dejó construcciones abandonadas, imágenes de lo que nunca se hizo". "Hierro busca trascender ese aspecto de crisis y abandono, que redime dentro de su concienciación artística", afirma.

Por último, las olas emulan lo infinito y "la manera de escapar a ese mundo en ruinas", que en conjunto resulta en una propuesta experimental, con un lenguaje único.