"Si no te toca... echarle la culpa al algoritmo" decía este jueves el concejal valenciano Pere Fuset. Las comisiones de falla conocerán el próximo lunes cuales de ellas podrán disfrutar (en la medida que se puede disfrutar) las emociones de ver una mascletà desde el balcón del ayuntamiento de Valencia. Ese día se sorteará, en teoría por un sistema informático, las 105 que, entre el 1 y el 15 de marzo, serán invitadas al evento a razón de cuatro entradas por comisión (teóricamente, para los dos presidentes y las dos falleras mayores). Se cumple así tanto una promesa electoral del equipo de gobierno como una reclamación solicitada desde diferentes sectores de las Fallas. No son la totalidad, como se pedía, pero sí una parte importante de la misma, casi un tercio del total. Recuerda, de alguna forma, al tiempo en que la exaltación de la fallera mayor de Valencia se celebraba en el Teatro Principal de a ciudad y sólo podía acudir la tercera parte de las comisiones.

Salvo que se cambie de opinión, el sorteo se hará, a imagen y semejanza de los sorteos de entradas para las finales de fútbol, mediante una fórmula informática aleatoria. Ésta debe señalar un número de falla para, a partir de ahí, seleccionar las 105 fallas agraciadas. Al año siguiente de la legislatura serán otras tantas, diferentes, las invitadas. Pero no serán las inmediatamente posteriores o anteriores. Por ejemplo, si el sorteo acaba en la falla 200, no quiere decir necesariamente que en 2017 empezarán con la falla 2011.

En este sorteo participarán las 380 comisiones censadas en la Junta Central Fallera, sin necesidad de que se inscriban en ningún sitio. Aspirarán a ello de oficio porque se sobreentiende que todas quieren acudir.

Y el ciudadano de a pie, también

Sí que deben hacerlo, desde la medianoche de este jueves, los otros nuevos invitados al balcón: los ciudadanos de a pie. Que pueden ser falleros, no falleros o antifalleros. Sus únicos requisitos son estar empadronados en Valencia y apuntarse en una lista en la web www.valencia.es/sorteomascleta y esperar que la suerte les sonría. En este caso serán cinco invitaciones dobles para todas las sesiones, del 1 al 19 de marzo. Esta invitación a la ciudadanía en general tendrá sus reglas, como que las entradas serán nominales e intransferibles y sólo válidas para un día en concreto. No se quiere favorecer el mercadeo. De hecho, si el agraciado no puede acudir, se recurrirá a una lista de suplentes.

El concejal Pere Fuset aseguró que esta idea está en consonancia con la de haber abierto el ayuntamiento a los ciudadanos «y se evita la idea de que el balcón era una especie de VIP sólo para los privilegiados de la clase política».