La obra Andrea Chénier, de Umberto Giordano, abre hoy la temporada de ópera capitalina, a una edición de celebrar sus bodas de oro. Este título, si bien no es tan popular hoy como lo era hace cien años, aún es apreciado por el público aficionado a la ópera y se programa con cierta frecuencia en los teatros.

El libreto está inspirada en la vida de un poeta ejecutado durante la Revolución Francesa, y nos traslada precisamente a aquellos tiempos de gran agitación y reivindicaciones sociales, un clima que impregna toda la línea argumental de este título verista.

En cuanto a la calidad de la música, las líneas escritas para el tenor principal, que en este caso cantará Jorge de León, han sido unánimemente destacadas como lo más sobresaliente de esta partitura y son el motivo principal por el que permanece aún a día de hoy en el repertorio.

Con este título se da el pistoletazo de salido a una temporada que programará cuatro títulos más finalizando el 28 de mayo con la última de las funciones previstas de Simon Boccanegra, de Verdi. Los otros tres títulos que figuran en la programación son Nabucco, también de Verdi; Le portrait de Manon, de Massenet, y La voix humane, de Poulenc.