El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) inicia una nueva etapa de la mano de Orlando Britto Jinorio (Las Palmas de Gran Canaria, 1963), con el firme de compromiso de situar al arte canario en el lugar que le corresponde. Creadores que han cimentado la historia del arte y otros emergentes tendrán su espacio en el museo de Los Balcones, en San Antonio Abad y en San Martín Centro de Cultura Contemporánea. "El CAAM tiene una deuda histórica con el arte canario", sostuvo ayer Britto en la presentación de las líneas maestras de su proyecto artístico, y de las once exposiciones diseñadas para los tres espacios que gestiona, que se exhibirán desde mayo próximo hasta febrero de 2017.
Una "deuda generacional" que habrá que saldar, según sus propias palabras, que en un primer estadio se traduce en proyectos expositivos sobre figuras clave en la construcción de las vanguardias como es el caso de Concha Jerez y Lola Massieu, y otras en proceso de cara a 2017 y años venideros.
Con la premisa de aferrar su discurso a "la condición atlántica, insular y archipielágica" y a los principios de tricontinentalidad a los que se debe el CAAM desde su creación en 1989, la dirección del museo de Vegueta - espacio al que regresa tras formar parte del quipo fundacional, entre 1989 y 1998, en los roles de conservador, conservador jefe y subdirector- la ejercerá con los valores de "entusiasmo, generosidad y humildad". Según dijo ayer, cuando se cumplían dos semanas en el cargo desde que el pasado 19 de febrero fuera ratificado por el consejo de administración del CAAM, "nuestro compromiso es colaborar en la construcción cultural de Gran Canaria y las Islas Canarias, reforzando igualmente nuestra presencia y dimensión nacional e internacional".
En esta nueva etapa en construcción, "los grandes protagonistas deben ser la ciudadanía, la sociedad civil y los atristas. Nuestro trabajo irá dirigido a ellos y el CAAM debe de ser un espacio que ponga en valor el trabajo de sus equipos profesionales, subrayó ayer el director, al tiempo que puso en valor el papel que juegan los artistas: "son el eje central del sistema del arte, sin ellos no existiría este centro".
Adquisiciones
Al margen de profundizar en la colección del CAAM y optimizar estos recursos, instar al Cabildo a la compra de obras que cubran las "ausencias" o "implementar la presencia de obras fundamentales de artistas presentes" en los fondos del centro, el sello de Orlando Britto será visible desde el 9 de junio una vez que se clausuren las muestras en los tres espacios que dirige.
En el CAAM, la etapa Britto Jinorio arranca con un presupuesto de 500.000 euros para lo que resta de año, y la colectiva Caleidoscopio y Rompecabezas. Latinoamérica en la colección Musac, propuesta que integra obras de 27 artistas, comisariada por Wendy Navarro Fernández, "la percha latina de la nueva etapa", según Britto. Abierta al público hasta el 9 de octubr, el 27 de este mes se inauguran tres proyectos con nombre de mujer y alrededor de la obra de Concha Jerez, Lola Massieu y un homenaje a la crítica de arte y arquitectura Clara Muñoz. La primera de ellas, con el título de Interferencias en los Medios y comisariada por Alicia Murría, abunda en el universo de esta artista conceptual, Premio Nacional de Artes Plásticas en 2015, a través de piezas, instalaciones y encuentros performativos con la propia Jerez.
Conviven otros lenguajes del arte en femenino hasta el 22 de enero de 2017, como la revisión de la producción de Lola Massieu, comisariada por Mª Carmen Rodríguez, conservadora del CAAM, una figura que en opinión de Britto "estamos obligados a revisar". Y en este arranque del cambio de ciclo, el homenaje a Clara Muñoz, fallecida el pasado diciembre, "una profesional fundamental en la crítica", que se apoya en una selección de artistas próximos a Muñoz con textos de su autoría, un "espacio a su memoria" con vídeos de creadores con los que compartió vida y experiencias.
En San Antonio Abad, las propuestas de Orlando Britto entre junio de 2016 y enero de 2017 enfocan hacia la artista y activista israelí Amira Parree con un proyecto entre videográfico y performático sobre la conciencia personal, la identidad y el dolor, para lo que estará dos semanas en la Isla; y la madrileña Yolanda Domínguez, que toma el relevo el 29 de septiembre, con un trabajo que aborda la distorsión de la imagen de la mujer en la sociedad de consumo.
En San Martín, que emerge como centro contemporáneo que de cabida a los creadores canarios, desde mayo se hará una exposición sobre el 25º aniversario del Festival de Jazz, con fotografías de Nacho González, cartelería y vídeos; una nueva mirad a a la colección del CAAM desde junio; la revisión del trabajo de José Rosario Godoy en Espejismo abstracto, hasta octubre; un homenaje a la faceta plástica de Pino Ojeda en el centenario de su nacimiento, hasta febrero de 2017; y Los colores del vino, un proyecto de Frank González con fotografías de Tato Gonçalves y Cristóbal Guerra.
