El arquitecto tinerfeño Fernando Menis señaló ayer que "la arquitectura es una profesión de corredores de fondo". Menis hizo estas declaraciones durante su intervención ayer en el Club LA PROVINCIA donde impartió la conferencia Razón y emoción: el caso de una ópera en Polonia. el Auditorio de Jordanki de Torun.

Magüi González, Premio Canarias de Arquitectura 1996 y 2006 y finalista de los premios Fad 2006, presentó a Menis como "el arquitecto canario que más relevancia tiene fuera de las Islas, que en los últimos años ha tenido una gran relevancia internacional y que ha sido portada de una prestigiosa revista que tiene una gran influencia en Estados Unidos como es Architectural Record", recordando un monográfico con 14 obras más representativas.

La arquitecta destaco que fue durante su trayectoria en solitario cuando empieza su despegue profesional, con trabajos como La pequeña plaza y hotel en Suiza, "donde fue capaz de trabajar con equipos multidisciplinares con la complejidad que requiere".

Según el conferenciante, las personas que se dedican a esta profesión van investigando las cosas de una forma lenta y muy cautelosa, "por lo que empezar un proyecto y terminarlo en ocho años puede desesperar a una persona que trabaja en un estudio". Por este motivo, aseguró que incluyen pequeños ejercicios a modo de "proyectos que mantienen, un poco, la ilusión cercana necesaria en esta labor".

Menis, que se mostró emocionado de volver a su tierra habló de algunos de sus proyectos. Así, citó su trabajo en una piscina pública en Berlín cuando la ciudad estaba en bancarrota. "Está hecha para atraer a cinco tipos de clientes durante todo el día ya que llegan a visitarla 5.000 personas".

También describió un proyecto en el norte de China en una zona Patrimonio de la Humanidad. "Nos tocó la rehabilitación de una de las casas, con tres palacetes de 500 metros cuadrados cada uno, y situada en una de las villas entre las montañas", añadió. "Intentamos generar un tipo de lujo con luces y sombras que nos pareció más atractivo que el asiático".

Menis explicó cómo construyó el Centro Insular de Atletismo de Tenerife en donde "la piedra de la parcela en la que se edificó se reutilizó en la propia arquitectura" de un edificio que es racional.

El arquitecto reconoció que uno de los trabajos de los que está más satisfecho fue un concurso en Fuerteventura situado al lado del faro. "Es un saladar que pasó de zona hotelera a protegida gracias a una recalificación con lo cual pudimos salvarlo". En este trabajo fue cuando comenzó a estudiar la utilidad de los hormigones porosos. "La ceniza volcánica negra tiene la capacidad de absorber la humedad", dijo. "Utilizarla en las construcciones fue una idea que surgió tras visitar el pabellón de Marruecos. Empezamos a reflexionar sobre el picón y hacer unas pruebas con hormigones absorbentes de humedad".

El arquitecto recordó que el auditorio de Jordanki de Torun se encuentra en un anillo verde que rodea el centro histórico. "La intervención partía de la premisa fundamental de destinar toda la superficie posible al parque, de modo que se permitiera la continuidad de todo el cinturón verde que rodea el antiguo casco histórico de la ciudad", recordó. En esta ocasión, sin embargo, utilizó hormigones de tipo absorbentes o reflectantes de sonido.

Según el arquitecto, su visión de este trabajo cambió a raíz de "un viaje que hicimos a Lanzarote en el que me afectó mucho ver los trabajos de César Manrique". Y recordó la figura de la crítica y comisaria de arte Clara Muñoz que fue quien posibilitó su primera exposición. "Trabajamos basándonos en el dibujo", dijo. "Si alguien viene al estudio es para que esa persona aprenda a dibujar". El conferenciante explicó el manejo de la arcilla, su proceso de transformación y la forma en que lo aplica. "Al edificio se le va llenando de información, por capas, Son formas de conocimiento que se entrelazan", concluyó.