Los muros aíslan, dividen, silencian, aprisionan, contienen; pero también protegen, guarecen, definen, delimitan y, además, se superan. Esta es la idea que vertebra el proyecto artístico Enmuradas del colectivo EnfocArte de la Universidad Popular de Las Palmas de Gran Canaria, que retrata los muros invisibles de cientos de mujeres anónimas a través de una selección de 32 fotografías.

Esta muestra, coordinada por Raquel Zenker, se exhibe en las Casas Consistoriales del Ayuntamiento capitalino hasta el próximo 30 de marzo, en homenaje al Día Internacional de la Mujer. Y esta tarde, además, se celebra la charla-taller Explorando nuestros muros internos, a cargo de la coach internacional Vanessa Limpkin.

El origen de Enmuradas remite al libro La mirada interior, de Victoria Cirlot y Blanca Garí ( Siruela), que reúne los testimonios directos de ocho mujeres místicas y visionarias entre el siglo XII y XIV. "En este libro hay un apartado que me impresionó mucho y que habla de las enmuradas, niñas que eran recluidas en conventos y monasterios a petición de sus familias, y que quedaban enclaustradas de por vida", explica Zenker. "Al igual que estas místicas de la Edad Media transmitieron sus experiencias por escrito, desde el colectivo EnfocArte hemos querido plantear los muros internos que seguimos teniendo las mujeres en el siglo XXI".

Con este fin, cientos de mujeres de las Universidades Populares de Las Palmas expresaron de manera anónima y desinteresada los sentimientos más íntimos sobre sus propias barreras y limitaciones, tanto desde perspectivas positivas como negativas. Mujeres luchadoras, invisibles, trabajadoras, amas de casa, madres, hijas y esposas, plasmaron por escrito los muros que todos alojamos en nuestro interior, toda vez que la tarea del colectivo EnfocArte consistió en interpretarlos de manera metafórica y plasmarlos en imágenes reales.

El resultado es una selección de 32 fotografías inspiradas en los muros de la soledad, la marginación, la sexualidad, el miedo al tiempo que se termina, a mirarse al espejo todos los días, a quedarse atrás, a salir de la zona de confort, a no poder proteger a los hijos, a no saber decir que no, a la propia libertad. "Todas estamos enmuradas", afirma Zenker. "A todas, y a todos, nos limitan muros más grandes o más pequeños, que suelen estar relacionados con los miedos y las inseguridades". Por esta razón, Carlos de Porras, uno de los integrantes de EnfocArte, señala que "el resultado es un trabajo tan sociológico como artístico".

Por su parte, José Ramón Amescoa, también de EnfocArte, destaca que "el mayor reto fue plasmar esa esfera íntima de tantas mujeres anónimas en una fotografía". No obstante, este proyecto es fruto de un trabajo en equipo, desde su concepción hasta su ejecución y edición. "Por eso las fotografías no están firmadas, porque es un proyecto colectivo, donde las protagonistas son las mujeres", concluye Zenker. "Esta exposición es un regalo para ellas, por el ejercicio de honestidad con que nos han trasladado esos muros internos, a los que quisimos poner voz e imagen".