El nuevo director del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), Orlando Britto, inicia su labor al frente del espacio museístico de Los Balcones con el reconocimiento de Martín Chirino, primer responsable del CAAM, y su jefe en este proyecto entre 1989 y 1992. "Lo conozco bien y me siento feliz como amigo suyo. Pero, además considero que Orlando es parte de este museo desde su nacimiento, conoce muy bien cuales fueron sus planteamientos iniciales y cuenta con un amplio bagaje profesional, por lo que tengo mucha fe puesta en él para que el Centro Atlántico reflote y vuelva a ser lo que fue y lo que debe ser", valoró el escultor.

El regreso a casa de Orlando Britto al lugar en el que ejerció como conservador, conservador jefe y subdirector entre 1989 y 1998, implica al mismo tiempo un reencuentro con antiguos compañeros. Ayer compartió su proyecto, pretensiones, filosofía y su primer programa expositivo con muchos de ellos, como parte de un encuentro con los gestores culturales de la Isla. A esta cita acudió Martín Chirino. El Premio Nacional de Artes Plásticas recordó el prestigio que mantiene este centro en el circuito internacional y calificó el CAAM como un proyecto sólido. Pero también señaló que el museo nació con grandes aspiraciones y el listón muy alto. "Lo que pasa es que con los vaivenes de los últimos años ha perdido parte esto", analizó el artista, que sin pretender desmerecer aclaró que respeta la tarea realizada por los directores que le sucedieron y cuyos nombramientos le parecieron apropiados.

"El CAAM nació con la intención de no limitarse a ser un museo puro y exclusivamente artístico, sino en ser también un referente para Canarias entendido desde lo social, lo político y con un concepto de universalidad muy clara", expuso. Por este motivo, Chirino reconoce como un acierto la intención planteada por el Cabildo, y recogida por Britto, de recuperar el discurso fundacional de este espacio cultural. Esto supone trabajar con una mirada hacia el eje tricontinental y desde el contexto canario, al tiempo que ofrecer un espacio para la visibilidad de artistas consolidados y emergentes de las Islas.

"El gran acierto del CAAM fue su planteamiento inicial. Eso fue lo que lo distinguió de aquellos otros con los que se hermanaba", expuso Chrino. Además, alabó el trabajo "tan importante" de investigación realizado en el continente africano. "Este es el primer museo europeo, aunque sea ultraperiférico, que realmente se ocupa del África contemporánea", valoró, para recordar como el CAAM se convirtió en colaborador habitual del Reina Sofía de Madrid, o puntual del Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, o el Museo Picasso, con el préstamo de piezas importantes. "Fue un momento importante para la evolución de la cultura canaria y creo que ahora estamos en un momento de stand-by. Pero se puede recuperar y volver a crear, desde el CAAM, como debe ser", añadió.

El escultor y cofundador del grupo El Paso reiteró su confianza en Britto para liderar esta tarea y apuntó que las claves pasan por recuperar el papel del CAAM no solo como galería de trascendencia sino por su capacidad de "intervenir en el análisis del arte, en las distintas corrientes y las tesis de trabajo que puedan aparecer. Esa influencia es lo que tenía antes el CAAM y es lo que hay que recuperar para que funcione con el rol que le corresponde", valoró.

Orlando Britto aprovechó el acto para anunciar un cambio respecto al programa expositivo anunciado, que comienza en octubre y que contempla una ampliación sobre la muestra Interferencias en los medios, de la grancanaria de adopción Concha Jerez. Esta se iba a limitar a una planta, pero Britto considera oportuno concederle una dimensión mayor, por lo que ocupará tres plantas del CAAM. Además, Britto ejercerá el comisariado de su primera apuesta africana en 2017 con la muestra El iris de Lucy de 25 artistas.