El escritor español Javier Cercas departió ayer sobre las identidades imaginadas que comparten, pese a las distancias, su libro El Impostor y Don Quijote de la Mancha, y consideró que "una obra es mejor cuanto más ambigua es".

"La principal virtud del Quijote es su absoluta ambigüedad. En el Quijote no hay verdades seguras, taxativas, las cosas no son de una sola manera, son de varias. Las verdades del Quijote son ambiguas, poliédricas, contradictorias", afirmó.

En una mesa redonda en el Instituto Cervantes de Pekín junto al hispanista chino Chen Zhongyi, con motivo del IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, Cercas destacó el carácter "revolucionario e innovador" de la pieza maestra del novelista español, "tanto en su época como en la nuestra".

"La literatura te lleva a decir la verdad, y la verdad es dura y no siempre agradable", subrayó. Su libro El Impostor, que recibió el viernes el premio a la mejor novela extranjera de 2015 publicada en China, versa precisamente sobre el alcance de la verdad y la mentira, al narrar la historia del sindicalista español Enric Marco Batlle, quien se hizo pasar por superviviente de los campos de concentración nazis.