La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se postula como gran plató de cine para acoger, durante el mes de mayo, una superproducción norteamericana que pretende recrear el ambiente de los años 40 con varios escenarios urbanos de la capital grancanaria. Por el momento, se desconocen los nombres de los protagonistas que servirán como reclamo internacional en virtud del precontrato de confidencialidad suscrito por las distintas instituciones implicadas, pero las negociaciones se encuentran en una fase avanzada. En este proyecto se barajan actores y actrices de reconocido prestigio y popularidad, como parte de la pujanza y ambición de esta propuesta cinematográfica, y tres posibles escenarios capitalinos, con la Plaza de Cairasco como protagonista.
La geografía canaria se ha convertido en un escenario de interés para todo tipo de producciones cinematográficas, tanto extranjeras como nacional. La apuesta del Gobierno regional -respaldada, en peso, por los siete Cabildos y una mayoría de ayuntamientos- por una política que combina incentivos fiscales, talento, condiciones naturales, comodidad y seguridad, ha situado al Archipiélago en el mapa de los principales rodajes. Todo esto ha confluido en una marca promocional presentada en el festival internacional de cine alemán Berlinale, como Canary Island Film y, cuyos frutos, son notorios desde hace varias años.
En el 2013 se llevaron a cabo diez rodajes en las Islas, de los cuales ocho fueron de entidad nacional y las dos restantes superproducciones internacional. La estadística creció en 2014 con 15 rodajes, cuatro por parte de productoras extranjeras y once nacionales. El año 2015 se cerró con 18 -una superproducción, once largometrajes, cinco series y una serie documental- y un gasto de 33 millones de euros en las islas según el Gobierno. Las previsiones apuntan a que esta tendencia creciente se consolidará en 2016.
Gran Canaria cuenta con títulos como Palmeras en la nieve, El niño, Titán, Cien años de perdón o la sexta entrega de la saga Fast and Furious. La capital se ha visto retratado de una manera fugaz en la mayoría de estos títulos. Ahora, Las Palmas de Gran Canaria se postula como protagonista inmediato a través de esta propuesta de gran presupuesto.
El rodaje, previsto inicialmente para la tercera semana del mes de mayo, tendrá varios escenarios clave. La principal preocupación de la productora consiste en recrear la atmósfera de los años 40 y con este motivo se han interesado por tres localizaciones concretas. La primero de éstas se encontraría en la calle Nuñez de la Peña, en el barrio de Arenales, perpendicular a la calle Canalejas y en la trasera de la plaza Padre Hilario.
La segunda de las localizaciones planteadas por la productora norteamericana se encuentra en la plaza Manuel Becerra, en el barrio de la Isleta y en el entorno de la antigua fabrica de hielo. La última de los tres emplazamientos que interesan a la promotores del proyecto será la más importante. La estética y arquitectura de la Plaza de Cairasco y su entorno han sido el elemento clave para que la productora cinematográfica se decantara por la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria como el plató ideal para su producción. Fuentes cercanas al proyecto apuntan a que sería la mencionada plaza y su entorno los elementos que habrían inclinado la balanza, entre las distintas regiones planteadas.
