"Transmitir mis experiencias, por lo general partiendo de los errores que he cometido para que no los cometan. Han sido muchos y creo que he aprendido de ellos. Pienso que en la vida hay que equivocarse muchas veces". Con este próposito participa el director y guionista andaluz Benito Zambrano en el taller que imparte hasta mañana en Gran Canaria Espacio Digital bajo el epígrafe Dirigir cine: nunca caminarás solo, que se enmarca dentro del programa formativo Cambio de rollo que el Cabildo desarrolla en su centro de Ciudad Alta hasta el próximo mes de julio.

Reconoce que el suyo no se trata de un caso normal cuando hablamos de cine. Con el primer proyecto en la gran pantalla, Solas, consiguió hasta cinco premios Goyas en el año 2000. Opina que "el éxito me ha permitido seguir haciendo el cine que más me gusta". Después de ese trabajo llegaron la serie de televisión Padre Coraje, emitida por Antena 3, o el musical Habana Blues, rodado en Cuba, un país que le ha marcado. Su última producción es el corto The Beginning, sobre la esperanza.

"Solas me facilitó mucho todo lo que vino después. Pero lo que ocurrió con aquel trabajo no es lo que suele pasar. Lograr triunfar con tu primera película no es lo habitual, no es el camino más lógico", explicó Benito Zambrano, que espera que esta experiencia en la que está participando en Gran Canaria Espacio Digital "sirva para algo" a los jóvenes que asisten al taller.

"Al final, como en la vida misma, muy pocos son los que llegan, pero con que a uno solo de ellos le pueda servir en su futuro profesional algo de lo que he dicho, me sentiré totalmente feliz", explicó el director sevillano.

Nuevo proyecto

Benito Zambrano ya está gestando su próximo proyecto, un trabajo para la gran pantalla del que no quiere desvelar nada hasta que ya sea una realidad palpable. Cuestionado sobre si no le apetecería rodarlo en las Islas aprovechando los incentivos fiscales al cine que existen para atraer rodajes al Archipiélago, Benito Zambrano explicó ayer que su nuevo proyecto "podría encajar aquí", pero lo descarta porque necesita rodar la historia donde la vive: "Allí donde estoy, allí es donde creo".

A pesar de ello, el cineasta aplaude esas medidas que se han tomado para convertir a Canarias en un gran plato, pero recalca que estos beneficios también deberían redundar en la producción local.

"La verdad que desconozco totalmente cómo funciona ahora mismo la industria cinematográfica canaria, pero sería beneficioso que aquí quedase algo de todo eso", afirma Benito Zambrano, que recomienda que lo que se haga debe ser dando pasos cortos: "Hay que tener paciencia".

"Por ejemplo, después del éxito de Solas, hubo bastante dinero para potenciar el cine andaluz. A partir de ahí, con el tiempo ha llegado gente como Alberto Rodríguez, director de La Isla Mínima y 7 Virgenes, entre otros. Se trata de un proceso largo que necesita tiempo, y los políticos deben ver más allá de los cuatro años que les toca gobernar a ellos", apuntó el laureado director y guionista.

Reconoce Benito Zambrano que la industria en España vive "un momento complicado y de mucha incertidumbre, una situación contraria a la "audiovisual". En su caso particular, manifiesta que a él lo que le gusta "es contar historias y me da realmente lo mismo en qué formato se vean".

Los asitentes a la primera sesión del taller que imparte Benito Zambrano disfrutaron de la forma cercana con la que contaba las vicisitudes de su carrera profesional, en unos inicios que, antes del éxito de Solas, resultaron duros. Rememoraba aquellos primeros premios de medio millón de las antiguas pesetas que consiguió con sus trabajos iniciales y que le ayudaron a sobrevivir y a poder continuar construyendo proyectos futuros. Esos pequeños éxitos los saboreó tanto como luego los Goya que han conseguido sus películas.

Y en esa época relataba sus vivencias en Cuba, un país que le ha marcado en su vida: "Supuso un antes y un después. Allí estudié y terminé el guión de Solas. En aquella tierra me reencontré con el Benito Zambrano que quería ser, me permitió ser quien quería ser". Recordaba los momentos que en la isla caribeña tenía que utilizar la picarezca andaluza-cubana.

El sevillano declaraba ante sus alumnos del taller que con lo que más disfruta es escribiendo el guión de una obra, aunque a veces se trata de un proceso de lo más farragoso: "Metes muchas horas delante del ordenador, incluso te das cuenta de que te has tirado hasta tres días sin ducharte; pero luego el resultado merece la pena, porque yo fui el primero que pudo llorar con Solas".

Benito Zambrano, durante su alocución, le recomendaba a los jóvenes presentes que seguían atentos sus intevenciones "copiar a la vida, que es algo muy fresco, y no copiar al cine, que sólo es hacer un refrito", o los alentaba , por ejemplo, a no contar historias serias y que luego sus personajes "sean más tontos que la media de tontos del país".