Aunque el proverbio reza que el saber no ocupa lugar, la realidad es que pocos hogares pueden sostener los edenes literarios que edificamos a lo largo de los años. En el casco histórico de Vegueta, el Rincón del Lector, una de las primeras tiendas de segunda mano impulsadas por la Obra Social de Acogida y Desarrollo, establece el flujo de circulación perfecto para que los libros, con independencia de su origen, valor, autor, género y disciplina, permanezcan vivos.
El mecanismo que, desde hace 15 años, mantiene engrasado este trasvase de libros permanente se basa en donaciones particulares de todo tipo de volúmenes, que luego se ponen en venta a precios muy asequibles y cuya recaudación revierte directamente en los proyectos sociales de la entidad. Pero lo más interesante es que este paraíso literario, registrado en una base de datos de hasta 87.712 ejemplares, aloja auténticos tesoros descatalogados y primeras ediciones que pueden adquirirse a precios muy inferiores a su valor real, lo que los hace accesibles a todo tipo de públicos lectores. "Los precios de los libros son simbólicos", indica César Díaz, uno de los trabajadores del centro. "No es lo mismo que si nos dedicásemos a la compra-venta normal de libros, porque aquí el concepto que tiene significado es el de lo social".
Las obras completas de Clarín, la poesía de Lorca o las pesquisas de Sherlock Holmes pueden adquirirse por dos o tres euros, pero en las estanterías del Rincón del Lector también respiran tratados del siglo XIX, colecciones de clásicos literarios firmados por el autor o ediciones fuera de circulación en el mercado, que se despachan a un precio cinco o diez veces inferior a su auténtico valor. Valgan como ejemplos las Obras Completas de Benito Pérez Galdós, disponibles por sólo 10 euros; o la colección completa de Summa Theologica de Tomás de Aquino, en latín, valorada en 200 euros, y disponible a menos de la mitad. "El otro día vino a la tienda un cliente, que nos contó que había adquirido el tratado Valverd Anatomi en segunda mano por 90 euros", explica Díaz. "Aquí lo tenemos a 20".
El librero señala que, para la recepción de donaciones, "no existen restricciones más allá de que los libros estén en condiciones para que puedan ser comprados". Los anaqueles alojan miles de ejemplares de literatura clásica, de aventuras, infantil, romántica, novela negra, poesía, ensayo, cocina, autoayuda, diccionarios, enciclopedias, biblias, libros escolares, universitarios, para oposiciones, que oscilan desde ediciones del siglo XIX hasta novedades recientes. "Tenemos muchos libros descatalogados y mucha gente sabe que este es el único sitio donde conseguirlos", apunta Díaz. "El otro día, un cliente encontró un libro que llevaba buscando 20 años". También disponen de libros y ensayos en múltiples idiomas y, por esta razón, el rincón es destino de turistas de distintas nacionalidades. "Aquí viene todo tipo de personas, eso es lo interesante", señala Díaz.
"Tenemos muchos clientes habituales que, desde hace mucho tiempo, vienen todos los días o todas las semanas, pero también viene mucha gente por primera vez que encuentra aquí el libro que estaba buscando". "La gente aprovecha estas oportunidades y, cuando se lleva unos cuantos ejemplares por sólo cinco euros, nosotros hacemos hueco para recibir más libros", apunta Jorge Benítez, voluntario del centro. Una fórmula en la que todos los eslabones de la cadena salen ganando y que, sobre todo, mantiene vivos los libros.
