"Soy la actriz conocida menos conocida de Canarias". Así se define y se siente la polifacética Mónica Lleó tras 30 años de carrera profesional. Lo hace cuando recupera uno de sus personajes más llamativos, irreverentes y alocados. Este viernes y sábado la monja Sorprendida estará en la Sala Insular de Teatro, a las 20.30 horas, para oficiar su propia misa y evangelizar al público en la religión del humor, la cultura y las artes escénicas.

Gonzalo Ubani, director de programación del Cuyás, dio la bienvenida a esta actriz, escritora, directora, productora y responsable del extinto Estudio TaliArte, "a su" Sala Insular de Teatro. Además, mostró su satisfacción por el éxito de público del programa de este espacio del Cabildo. "Esta monja verborréica hará un análisis actualizado de la cultura, de las artes escénicas y de todo lo que se le ponga por delante", presentó Ubani.

Lleó recordó el nacimiento de esta 'religiosa' con motivo del Día Mundial del Teatro (27 de marzo) de 2008 a través de las propuestas de los componentes de su compañía en torno a la religión del teatro. "Había monjas y curas y escribimos un credo, las bienaveturanzas y los pecados capitales del teatro", revivió. El personaje de la monja le gustó tanto que su figura empezó a crecer. "La hago una o dos veces al año y tuve la osadía de llevarla hace tres años a México D.F.", explicó para concretar: "Por suerte no tengo sentido del ridículo, porque México es surrealista y te tienes que entregar. Es como comerte un tripi y al cabo de cuatro días darte cuenta de que los que se han comido el tripi son todos menos tú. Es una zumbadera que te enamora".

Esta actuación, "irreverente pero bastante naíf", se compone de material improvisado en un porcentaje elevado. La actriz reconoce que no se encuentra especialmente cómoda en esta técnica. "Pese a lo que pueda parecer, yo soy una persona bastante seria y métodica y no me gusta improvisar. Me gusta el teatro de texto y que me dirijan. Improviso a mi pesar", expuso, para explicar como "esta monja me ha cambiado. Es el personaje que me hace sentir más libre, porque entro en un trance".

La monja Sor Prendida "tiene sus armas de convicción", asegura la actriz empuñando un pistola de atrezzo. En Sorprendidas, Lleo reflexiona sobre el chauvinismo cultural, un concepto peyorativo para referirse a sociedades "muy amantes de lo suyo" y que ella defiende como valores positivos para defender la actividad artística. Esta actriz puso el ejemplo de Buenos Aíres y su gusto por invertirse otra realidad a su eterna crisis o el de México, donde el público mayoritario del teatro está formado por la gente de la profesión.

Respecto a la escena insular, Lleó aseguró que "defiendo el arte cuando se genera desde la cultura propia y no me gusta nada el teatro de franquicias, porque resta mucha creatividad y espacio para los creadores locales". Lleó, además, reivindicó el uso del acento canario, o el propio de cada artista, en las artes escénicas y lamentó que se imponga siempre el acento neutro o castellano. "Yo me siento muy canariona. Defiendo que se de un beso y reinvindico el acento canario en las artes escénicas", apuntó antes puntializar para definirse como Latinoamericanaria. Lleó recordó como, al llegar a Barcelona, le dijeron que solo podría interpretar papeles de cubana o de prostituta. "Se confunde el acento con la vocalización y la dicción". Lleó se apoyó en el ejemplo de Benito Zambrano, que contrata actores andaluces para hacer una película andaluza. "Aquí se da lo contratrio. Contratamos actores peninsulares y les enseñamos a hablar con acento canario. No tiene sentido. Pero, ha pasado".

Por último, aseguró que ha tenido que emigrar en busca de trabajo y que tuvo que cerrar el teatro TaliArte por "no crecer en público".