El escritor mexicano Fernando del Paso recogerá mañana, Día del Libro, el Premio Cervantes 2015 y aseguró ayer que con la lectura de El Quijote, cuando tenía 12 o 13 años, descubrió que "el humor y la literatura no están peleados". En silla de ruedas, con unas gafas de sol azules a juego con el traje mil rayas, camisa, calcetines y zapatos del mismo tono, Del Paso acudió ayer a un encuentro con periodistas como "un dandy, desde la distancia de su buen hacer literario", según le ha descrito el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.

En silla de ruedas, con unas gafas de sol azules a juego con el traje mil rayas, camisa, calcetines y zapatos del mismo tono, el escritor aseguró ayer al depositar su legado en la Caja de las Letras, donde permanecerá bajo llave hasta dentro de 100 años, que haber sido galardonado con el Cervantes le obliga "moralmente" a seguir escribiendo hasta que acabe su vida.

Acompañado por su familia y tras haber mantenido un encuentro con los periodistas en la Biblioteca Nacional, el galardonado se ha trasladado al Instituto Cervantes para legar dos libros suyos, un disco con su voz grabada y una camisa que perteneció al poeta fallecido en 1970 José Carlos Becerra, una prenda que tiene un significado especial para Del Paso.