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Entrevista

"El mensaje de 'Nabucco' es que el ser humano siempre puede rectificar"

"Yo siempre pienso que el único poder que tenemos los artistas es lograr conmover y sensibilizar a los otros", indica el barítono Juan Jesús Rodríguez

El barítono Juan José Rodríguez posa en la entrada del Pérez Galdós, en la presentación de la obra 'Nabucco'. JOSÉ CARLOS GUERRA

Este es el cuarto Nabucco

Destacaría que aquí han coincidido todos los elementos para poder realizar una producción magnífica. Desde los directores hasta el elenco. Nabucco no es una ópera fácil de realizar por la dificultad que conlleva encontrar a los personajes adecuados. No es fácil encontrar una buena Abigail. Y yo creo que por eso ha salido el Nabucco más que por otro cosa. Pero tengo que decir del festival de Las Palmas que hay muy pocos teatros que pueden decir que han tenido a Dimitrova como Abigail y tener tres veces Nabucco no es habitual.

¿Qué roles ha interpretado hasta ahora en Canarias?

Yo estuve el año pasado en el Pérez Galdós para hacer de Otello y antes vine por Traviata. En el Cuyás estuve en I Puritani con Juan Diego Flores y antes en la inauguración de ese teatro con Don Giovanni con un personaje muy pequeño llamado Massetto y con una versión muy divertida en la que salíamos vestidos de moteros. Y antes de todo eso estuve en el teatro Pérez Galdós haciendo un papelito en Sonámbula hace 20 años.

¿Cuáles fueron sus comienzos en el mundo del canto?

Yo me fui de Huelva a Madrid desde muy joven. Empecé en el coro de la RTVE y empecé a buscarme la vida en el mundo de la voz. Luego me pasé al Teatro de la Zarzuela y, aparte de estar en el coro, hice papeles con Alfredo Kraus, Plácido Domingo, etc. Pero el año 1994 fue mi debut como barítono haciendo ya papeles de solista.

Nabucco habla de una las primeras guerras de la humanidad, pero muestra algo parecido a lo que está ocurriendo ahora en Oriente Medio. ¿Cree que el ser humano no puede cambiar?Nabucco

Todo lo contrario. Yo creo firmemente en que el ser humano puede cambiar, pero tiene que buscar un cambio en él mismo. Yo puedo hablar de eso porque lo he vivido personalmente y me gusta utilizar este personaje para transmitir ese cambio porque creo que es posible transformar una vida mediocre y llena de daño, en amor, en una vida en la cual buscas realmente hacer el bien del otro y dar lo mejor.

¿Y es eso lo que se produce en el caso de Nabuccodonosor?

Es un personaje que se presenta con las armas y diciendo palabras como "arrasad, quemarlo todo, matad a las embarazadas, va a ser un delito la piedad", una violencia extrema. Y eso se sigue repitiendo. Pero es un personaje que comienza así y acaba respetando otra religión a la que su hija acaba de convertirse, y que sea por amor. La transformación es tremenda, pero en medio de eso hay una crisis, un delirio y una locura. A veces los locos no está tan locos. El principal mensaje es que el ser humano siempre puede rectificar antes que estar haciendo más daño.

¿Pero cree que ocurre con frecuencia en la vida real?

Hace poco vi un programa en el que se hablaba de un soldado norteamericano que durante la guerra del Vietnam se dedicaba a poner minas. Pasaron los años y tuvo una crisis como Nabucco por toda la gente que había matado, por todos los niños que había mutilado. Vivió eso como una responsabilidad personal. Y decidió perdonarse y dedicar lo que le quedaba de vida a desactivar minas en esas tierras. Siempre es mejor eso que seguir en el camino de la violencia.

¿Y qué pasa con ejemplos como el nazismo donde una población entera venera a un loco?

Hace poco fui a la representación de la ópera Brundibar que la están poniendo en el Real y donde mi hija está en el coro. La hizo un compositor judío que cayó en un campo de concentración en Tiresia, que era el paso a Auschwitz. Y este compositor, antes de que lo gasearan, compuso una ópera. Los niños la representaban y una de esas niñas, que hoy tiene 86 años, habló antes y nos transmitió que en ese momento ellos se olvidaban de todo, de que iban a desaparecer sus amigos, que iban a morir. Y les dijo a los niños que se divirtieran como ellos se divertían, sin pensar en nada. Allí murieron 14 mil niños. Y esa mujer perdió a toda su familia. Es un ejemplo de que, a pesar de todo, uno puede disfrutar y vivir una vida. Y el argumento de la ópera es vivir una vida cotidiana, comprar el pan o jugar.

Pero podemos hablar también de los refugiados sirios

Y de los refugiados de África o Grecia. Eso sigue pasando y lo impresionante del arte y de la ópera es poder transmitir. Yo pienso que el único poder que tenemos los artistas es sensibilizar y conmover. Yo creo que existe el karma y tienes que al final rectificar.

¿Cuáles son las mayores complejidades a nivel vocal?

Es un personaje muy belcantista. Eso significa que la voz está muy desnuda. Y está escrita en una línea muy legado y agudita. No es como el bel canto anterior de Donizetti o Bellini. Pero, a mi voz se adapta muy bien ese tipo de belcanto. Y luego tiene agudos de tradición; esas notas extremas del barítono que las puedes hacer o no, pero a mi me gusta hacerlas porque todos los grandes personajes lo han hecho y el público siempre los recibe muy bien.

¿Destacaría alguna parte?

El rezo de Nabucco, el aria Dio di Giuda, donde él realmente está prisionero. Pero yo lo leo como que está prisionero de él mismo, y se atreve a romper sus cadenas por amor a su hija. Reza primero, le pide a dios por el amor, la paz, etc. y luego va a salvar a su hija.

¿Qué ha supuesto en su carrera la música de Verdi?

Ha sido una escuela. Verdi conoce muy bien la voz del barítono y escribe muy bien para sus roles. Yo puedo decir que a nivel personal ha sido un salvoconducto, porque cuando yo empecé a audicionar, en Alemania, Austria o Suiza, siempre llevaba unas arias de Mozart o Wagner, y no impactaban. Veía que la gente me decía que bien, pero luego no me daban contratos. Cuando hice el cambio a Verdi fue automático y mi voz se colocó donde el jurado valoró. Era cantar un aria de Verdi y encontrar siempre un contrato. No fallaba.

¿Le gusta las producciones en las que se actualiza la historia?

Si tiene sentido sí. Lo que no me gusta es lo que no tiene sentido. Y como yo no puedo transmitir lo que no tiene sentido yo ahí no me apunto. He estado en algunas y me he ido. Y en otros, al conocer al director de escena, he dicho que no. Cuando salgo al escenario yo tengo la conciencia de que estoy haciendo un trabajo importante para el público, de sensibilización, y yo, sino lo puedo pasar por mi filtro, es imposible que lo haga.

¿Pero ha tenido experiencias positivas en ese sentido?

Acabo hacer unas composiciones de Gómez Martínez titulada Cartas de un enamorado. El lenguaje de la música no es el lenguaje de ahora, pero había algo en el proyecto que me gustaba, y me metí y me enamoré. Nabucco lo puedes cambiar de tiempo y puedes poner que el coro sean los refugiados de Siria perfectamente. También puedes cambiar las religiones y en vez del islamismo sea la católica. El fondo está en el sanarse y romper tus muros. El mensaje de que cuando estás destructivo es porque estás mal, porque no has solucionado tus problemas.

¿Y eso lo lleva a su vida diaria?

En esta profesión tienes relaciones humanas. Una persona que está mal y que tiene poder se la puede neutralizar si las otras personas no tienen miedo. Pero el problema es el bullying. El problema está en los que se venden y escogen una víctima. A esa gente hay que desactivarla. Yo voy defendiendo mis valores en todos los ámbitos. Ahora tengo una asociación benéfica en India y la única manera de ayudar a los niños es irte allí y escolarizarlos, porque si das dinero vienen las mafias. En la zona en la que yo estuve todos los profesores daban clase con palo en manos.

Ya hay algunos países de Europa en donde hay sistemas educativos que abordan eso.

El sistema de Finlandia enseña a trabajar el miedo. Si tu acabas quitándole el poder al que lo ejerce por la fuerza, y el grupo se une, al final lo desactivan. Es un sistema donde están desde los padres a los profesores. Y así se va al origen del problema. Yo me siento un revolucionario en el canto. Pero lo soy porque no acepto el bullying, o la imposición. Ante eso saco mi voz. Porque los cómplices son los peores, los que no se posicionan. Si la masa se uniera y no tuviera miedo podríamos con eso.

¿Fue Nabuccodonosor tal y como aparece en la ópera?

La historia es bíblica. Pero cuando lo hago me lo creo. El cambio aquí es evidente porque el dios Jehová lo tira al suelo y se vuelve loco. Pero eso puede ser una crisis existencial. Es una oportunidad de ver más allá de todo.

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